La trama de La Promesa alcanza un nuevo encuadre de la tensión, de amenazas, secretos, decisiones que condicionaran la lealtad de cada uno de los personajes. El regreso de las intrigas del barón de Valladares, la debilidad de Catalina, las sospechas de Manuel y la crisis de Vera son un fragmento de las tramas que se entrelazan en este momento cumbre del relato. Cada poro del palacio despide incertidumbre y desconfianza, como si las mismas paredes fueran cómplices de la novela.
3AMORES EN LA SOMBRA Y JUEGOS DE PODER EN ‘LA PROMESA’

En La Promesa no todo es sufrimiento, aunque ni los sentimientos más sinceros pueden existir a la vista de los demás. Curro y Ángela viven su amor a escondidas y sin enredarse en la posibilidad de un futuro, pues saben que su momento de felicidad puede ser fugaz. Su amor, aunque puede llegar a ser verdadero, pisa sobre un campo de minas en el que también juegan los prejuicios sobre su relación y las presiones familiares. La clandestinidad hace que cada encuentro sea una pelea contra el destino.
Lorenzo ignora la intensidad de ese amor, pero insiste a Leocadia que se apresure a celebrar la boda de Ángela, sugiriendo, además, que la joven podría tener una relación incluso más intensa con Curro de lo que parece. Estas insinuaciones no solo ponen en riesgo el secreto de la pareja, sino que alimentan el conflicto familiar: la insistencia de Lorenzo abre la puerta a un enfrentamiento que puede estallar en cualquier momento.
En este ambiente, el amor se mezcla con el poder y las decisiones individuales están cada vez más condicionadas por las ambiciones de los demás. Lo que sería motivo de fiesta en otro contexto, aquí se convierte en motivo de sufrimiento.