La tele en ‘standby’ es un ladrón silencioso que opera en tu salón cada noche mientras duermes. Miguel Ángel Sanz, un electricista con más de dos décadas de oficio, lo tiene muy claro y no se muerde la lengua, ya que muchas familias españolas pierden hasta 100 euros al año por este consumo fantasma. Es una sangría económica invisible que aceptamos sin rechistar, sin ser conscientes de que existe una forma muy simple de frenarla. ¿Alguna vez te has parado a pensar cuánto te cuesta a ti?
«Te roba y no te das cuenta», insiste Sanz, de 51 años, mientras señala con el dedo el piloto encendido de un televisor cualquiera. La enorme comodidad de usar el mando a distancia para todo tiene un precio oculto en la factura, y es que ese pequeño led encendido es la punta del iceberg de un gasto energético constante. Este pequeño despilfarro, sumado al de otros aparatos, engorda tu recibo de la luz sin que lo percibas. Pero, ¿es realmente tan grave como parece?
EL ENEMIGO INVISIBLE QUE VIVE EN TU SALÓN

Muchos creen que al apagar la tele con el mando, el aparato deja de consumir por completo. Nada más lejos de la realidad. El dispositivo entra en un modo de espera o ‘standby’, y aunque el televisor permanece listo para encenderse rápidamente en cuanto pulsas un botón, sigue demandando energía para mantener activos sus receptores internos y circuitos. Este es el famoso ‘consumo fantasma’, un goteo constante que, céntimo a céntimo, se convierte en un gasto considerable a final de año.
Pero el problema no es solo la tele que preside la estancia. Piensa en el decodificador, la consola, el equipo de música o incluso el cargador del móvil que dejas enchufado sin el teléfono. Todos ellos son pequeños vampiros energéticos que, aunque el consumo individual de cada aparato en reposo parece insignificante, la suma de todos ellos crea un impacto notable en tu factura eléctrica mensual. Es una legión de ladrones diminutos trabajando sin descanso en tu propia casa.
¿CIEN EUROS? HAGAMOS NÚMEROS REALES
La cifra de cien euros que menciona Miguel Ángel puede sonar exagerada, y en parte lo es si solo pensamos en una tele moderna. Hoy, cualquier tele nueva consume menos de 0,5 vatios en espera, lo que apenas suma unos pocos euros al año. Sin embargo, el cálculo de este electricista se basa en hogares con equipos más antiguos y múltiples dispositivos conectados, como videoconsolas, barras de sonido o decodificadores, que sí disparan el consumo en reposo.
No todos los aparatos que rodean tu tele son iguales. Un decodificador de televisión de pago o una videoconsola de última generación pueden llegar a consumir entre 10 y 15 vatios en modo reposo, especialmente si tienen activadas las actualizaciones automáticas. Ahí es donde la cuenta empieza a engordar de verdad, ya que un consumo continuo de 15W durante todo el año puede suponer más de 50 euros de gasto extra, acercándonos peligrosamente a esa cifra que nos puso en alerta.
LA SOLUCIÓN DE MIGUEL ÁNGEL: MÁS ALLÁ DE DESENCHUFAR

La reacción más instintiva es la de desenchufar la tele y todo lo que la rodea cada noche. Es una solución efectiva, pero tremendamente incómoda y poco práctica a largo plazo. Por suerte, la tecnología ha evolucionado para ofrecernos alternativas mucho más cómodas y eficientes, porque existen regletas que eliminan por completo el consumo en ‘standby’ sin esfuerzo por nuestra parte. Son los guardianes silenciosos que protegen nuestra cartera mientras dormimos o estamos fuera de casa.
Hablamos de las regletas inteligentes o con eliminador de ‘standby’. Algunas funcionan con un mando a distancia propio para cortar la corriente de todos los dispositivos a la vez, mientras que otras, más avanzadas, se conectan al wifi de casa. Esto permite que puedas programar el apagado y encendido desde tu móvil o incluso con la voz, integrando el ahorro energético en la domótica de tu hogar de una forma sencillísima y casi sin darte cuenta.
EL PEQUEÑO GESTO QUE TRANSFORMA TU FACTURA
Adoptar una de estas regletas es un cambio de hábito minúsculo con un retorno económico gigante. Imagina que en lugar de apagar solo la tele, con un solo clic cortas la energía del decodificador, la consola y el sistema de altavoces. De repente, has neutralizado a todo el escuadrón de ladrones fantasma, y el ahorro anual puede pasar de unos pocos euros a superar los 50 o 60 euros fácilmente, dependiendo de los aparatos que tengas conectados permanentemente a la red.
Más allá del dinero, se trata de una sensación de control sobre tus gastos y tu consumo. Saber que no estás tirando energía (y euros) a la basura las 24 horas del día es gratificante. Es un gesto que te empodera como consumidor, porque dejas de ser una víctima pasiva de la factura de la luz para tomar las riendas de tu propio hogar. Un pequeño gesto que, multiplicado por miles de hogares, tiene también un impacto ecológico muy positivo para todos.
¿MERECE LA PENA LA INVERSIÓN INICIAL?

Una regleta con eliminador de ‘standby’ puede costar entre 15 y 40 euros, dependiendo de sus funciones. Puede parecer un gasto extra, pero la clave está en verlo como una inversión, no como un coste. Si tu conjunto de tele y periféricos te está «robando» 60 euros al año como mínimo, la amortización del dispositivo se produce en menos de un año en la mayoría de los casos. A partir de ese momento, todo el dinero que ahorras es beneficio neto para tu bolsillo.
La próxima vez que apagues la tele y veas esa pequeña luz roja brillar en la oscuridad, recuerda las palabras de Miguel Ángel. Quizás no sea un ladrón de cien euros en tu caso, pero es un goteo que vacía tu bolsillo sin piedad. Y ahora sabes que con un gesto muy simple, puedes pararle los pies a ese ladrón silencioso y dormir un poco más tranquilo cada noche. El televisor quedará apagado, esta vez de verdad, esperando a que decidas volver.