martes, 16 septiembre 2025

La sombra de una huelga en Madrid persigue a Glovo

El Comite de Huelga sigue lejos de la representatividad necesaria, pero siguen creciendo y aumentando medios de presión contra el unicornio español

Las molestias de los repartidores de Glovo han seguido creciendo las últimas semanas. El proceso de contratación está lejos de hacer felices a los repartidores, que siguen buscando otras opciones. Pero para los que han decidido, al menos de momento, mantenerse en la plataforma, la situación se ha convertido en un verdadero conflicto laboral, que se ha traducido ya en una primera denuncia colectiva presentada en la inspección de trabajo contra la empresa y se empieza a formalizar la posibilidad de una huelga en Madrid, como ya ha ocurrido en Vigo o en Palma con algunas flotas en Barcelona, la ciudad clave para los datos de la empresa. 

Los riders molestos han pasado las últimas semanas organizándose para afrontar esta nueva realidad. Lo cierto es que ya se ha formado un comité de huelga y se empiezan a buscar firmas para conseguir una llamada legal a la protesta; sin embargo, la preocupación de un despido o de medidas disciplinarias contra los repartidores, que consideran que las nuevas condiciones de contrato, basadas en un convenio de mensajería escrito en 2006 antes de la llegada de las plataformas de reparto actuales como la propia Glovo y competidores como Uber Eats o Just Eat. 

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Un rider acude con una mochila donde se puede leer "#StopLeyRider" a una concentración convocada frente al Congreso por sus condiciones laborales, a 27 de mayo de 2021, en Madrid, (España). Fuente: Agencias
Un rider acude con una mochila donde se puede leer «#StopLeyRider» a una concentración convocada frente al Congreso por sus condiciones laborales, a 27 de mayo de 2021, en Madrid, (España). Fuente: Agencias

Según explican los propios riders en un comunicado interno al que ha tenido acceso Merca2 parte del problema es que los sindicatos mayoritarios no han querido apoyar la protesta de los trabajadores de Glovo. «Los sindicatos mayoritarios, quienes tienen las facultades para ello, no lo hacen, pues no necesitan que se haga asamblea de trabajadores. En tal sentido, es evidente que pasan de nosotros, como lo hicieron cuando le dieron la espalda a los repartidores, firmando esta nefasta ley que nos ha traído a esta situación», ha expresado uno de los repartidores, recordando la molestia expresada por la mayoría de los riders cuando la nueva ley entró a discusión en el parlamento empujada por Yolanda Díaz.

Entre los problemas que denuncian es la obligación de asumir el costo de mantenimiento de sus vehículos. Además estos repartidores aseguran que los pedidos de larga distancia, tanto en moto como en bicicleta, han aumentado desde el cambio de modelo laboral, lo que aumenta el desgaste diario de sus vehículos, además señalan que al usar la opción de reasignar pedidos esto se traduce en castigos, suspensiones temporales e, incluso, despidos. Ya son varios lo que suman a la posibilidad de una huelga la necesidad de organizarse para demandar a la empresa por varios casos de despido que consideran improcedente. 

«QUIEREN QUE NOS DEMOS DE BAJA VOLUNTARIA»

Para la mayoría de los repartidores, las recientes decisiones de Glovo vienen del deseo de que los riders más antiguos de la plataforma se retiren voluntariamente. Para la mayoría el aumento de los viajes de larga distancia, los retrasos en la llegada de algunos sueldos y la falta de incentivos para cumplir con estos pedidos se hace para evitar asumir los costos de los despidos y mantener a los nuevos repartidores, cuyas condiciones de contrato no generan tanta polémica al ser conocidas desde el principio, y por no considerar que el cambio de modelo se ha traducido en un empeoramiento de sus condiciones. 

Un repartidor de Glovo en una moto por una calle de Madrid, 29 de agosto de 2025, en Madrid (España). Fuente:  Agencias
Un repartidor de Glovo en una moto por una calle de Madrid, 29 de agosto de 2025, en Madrid (España). Fuente: Agencias

Se suma, por supuesto, que la empresa está en una situación delicada en cuanto a sanciones. Ya este año han tenido que encajar una sanción europea, de la mano de su empresa matriz, la alemana Delivery Hero, por fijar los precios y otra de la inspección de trabajo por la presencia de trabajadores indocumentados en la plataforma, un problema histórico de las empresas de delivery que desde Glovo conocen, pero aún no han podido resolver ni con el proceso de contratación. 

En cualquier caso, la situación se mantiene tensa. De momento estos repartidores, que defienden que por años han sido el sustento de la aplicación, siguen buscando apoyos para llamar a una huelga legítima, y si no funciona esta idea, buscarán otras opciones de trabajo. De momento son repartidores, muchos de ellos migrantes, que se sienten traicionados por empresa, sindicatos y políticas a partes iguales. 

LA SITUACIÓN ES GLOVO ES UN AVISO PARA SUS COMPETIDORES

En cualquier caso, los dos competidores de Glovo en España atraviesan retos muy diferentes. Just Eat, que hace años trabaja con repartidores contratados y ha exigido varias veces igualar las reglas de juego entre las plataformas de delivery, por lo que su reto ha sido mantener un nivel competitivo frente a otras empresas que jugaban con reglas diferentes. Uber Eats, por su lado, sigue defendiendo el estatus de autónomos de sus repartidores, y no ha dado señales de perseguir al unicornio español en su proceso de contratación, a pesar de haber recibido ya una primera inspección de trabajo. 

Lo cierto es que lo que ocurre con los riders de Glovo dibuja lo complejo del sector. La realidad es que la ley rider no ha resuelto sus problemas, y que la realidad ha sido un problema para quienes dependían de los ingresos generados por la plataforma para su sustento diario. 


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