El pueblo de Madrid dio ayer ejemplo de enorme dignidad al echarse a las calles para suspender la última etapa de la Vuelta Ciclista a España, que se ha convertido en una extraordinaria plataforma con la que la parte de la ciudadanía española se desmarca del obsceno posicionamiento de Occidente respecto al genocidio que Israel está perpetrando en Gaza.
El gesto de los manifestantes en Madrid y la suspensión de la etapa no pasaron desapercibidos en la prensa internacional. Medios de renombre como The New York Times, Le Monde, The Guardian o La Repubblica se hicieron eco ayer en portada del hecho que tanto enfadó a la presidenta madrileña y al alcalde de la Villa y Corte, Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez Almeida.
Díaz Ayuso no solo sigue sin condenar la violencia israelí, sino que incluso posó para una fotografía con el equipo Israel-Premier Tech. Almeida, por su parte, dice que Palestina no sufre un genocidio simplemente porque hubo uno hace ocho décadas.
Esta retórica minimizadora ha generado reacciones contrarias, pues muchos consideran que la magnitud de la tragedia en Gaza es ya una de las más devastadoras de la historia reciente.
RTVE
La implicación de RTVE en este asunto también ha sido objeto de debate. La Corporación pública española, que tiene un papel destacado en la cobertura de eventos de gran escala como la Vuelta, ha mantenido una postura más neutral y ha evitado pronunciarse en contra de la participación del equipo israelí en la competencia.
Este silencio es llamativo, dado el posicionamiento claro que RTVE adoptó en el caso de Eurovisión, cuando se discutió la participación de Israel. La decisión de no intervenir directamente en la cuestión de la Vuelta contrasta con la de su comentarista Pedro Delgado, convertido en la principal azote de los manifestantes desde la pública y Okdiario.

La cercana relación de la Vuelta con RTVE, como medio que transmite el evento, podría haber influido en la decisión de la Corporación.
OTROS MEDIOS
El escándalo ha sido tratado de formas dispares por los principales programas deportivos de España. En un lado del espectro, la Cadena SER, con figuras como Manu Carreño y Dani Garrido, ha optado por una cobertura mesurada y reflexiva, analizando los incidentes con un enfoque en la integridad del deporte y el respeto por la libertad de expresión. Esta postura se aleja del sensacionalismo y busca contextualizar el rechazo social hacia la implicación de Israel en la Vuelta.
Por otro lado, algunos presentadores de programas como ‘El Partidazo de la COPE’ y ‘El Chiringuito de Jugones’, los polémicos Juanma Castaño y Josep Pedrerol, han enfatizado los incidentes menores, como el lanzamiento de vallas por parte de los manifestantes.
Esta línea editorial, más inclinada a minimizar la dimensión política de la protesta, ha generado incomodidad entre aquellos que consideran que el deporte debería ser un espacio para la reflexión política y no solo para el entretenimiento superficial.
No parecen opinar esto en Marca, que dice este lunes en portada que el final de la Vuelta Ciclista España era «el que nadie quería». ¿Saben en el periódico deportivo del sentir de la mayoría de la ciudadanía española sobre la actitud criminal de Israel?
ENFADO
El futbolista Borja Iglesias ha reparado que muchas personas parecen más indignadas por la suspensión de una etapa ciclista que por la tragedia humana que se desarrolla en Gaza (y que es calificado como «genocidio» por el 82% de la población española, según un barómetro del Real Instituto Elcano). El comentario de Iglesias resuena como un llamado a la conciencia de que las prioridades de la sociedad y algunos medios de comunicación pueden estar desajustadas.
La diferencia en las reacciones ante el conflicto de Gaza y los incidentes ocurridos durante la Vuelta subraya la desconexión que existe en parte de la ultraderecha española con una matanza que ha provocado 64.000 asesinatos.