La ficción turca Renacer se ha convertido en uno de los títulos de los que más se habla a día de hoy, y tiene esas cualidades para hacerlo. Ha logrado que el espectador no se imagine el giro posible que puede tomar la historia, libro o película con sorprendentes giros de la trama que la convierten en una aventura increíble. Cada capítulo ha recorrido una montaña rusa de emociones, pero ahora se adentra en lo que en el futuro aguarda a los personajes, el cual es más que prometedor. La historia atraviesa una época decisiva en donde los personajes han de afrontar sus auténticos miedos y tomar decisiones que cambiarán sus vidas para el resto de la vida misma.
1EL ALTAR CONVERTIDO EN ESCENARIO DE TORMENTA

El largamente esperado vínculo matrimonial que une a Bahar y Evren se convierte en un verdadero vuelco emocional cuando, incapaz de dar el paso definitivo, ella lo deja allí mismo frente a todo el público presente. La secuencia no marca sólo un punto de inflexión en cual se ha distorsionado la relación amorosa, sino que también revela la fragilidad de los sentimientos frente a la aprehensión de la verdad. Bahar, abrumada entre el amor y sus propios lamentos, escoge el camino más espinoso: la fuga.
Evren, hecho tal polvo en su interior, no tardará mucho en tomar la decisión más radical de todas: abandonar el hospital Peran y poner rumbo a los Estados Unidos en busca de una nueva vida. El vacío que deja Evren no es sólo personal, sino que también es profesional, pues su ausencia provoca un reencaje que nadie previó en el centro médico. En el momento en que se está produciendo, el hospital deja de ser un refugio para convertirse en un terreno incierto.
La tensión se multiplica, sobre todo cuando, en medio del acto con el que iba a celebrarse la ceremonia suspendida, Timur se desmaya dentro del baño. El desvanecimiento del personaje abre un nuevo foco de incertidumbre, transformando lo que debería haber sido una celebración en una auténtica danza del caos.