Ahorrar es uno de esos objetivos que cada enero recorren la lista de propósitos para el año, tanto personales como familiares. Según la OCU a medida que avanzan los meses, las facturas, los imprevistos y la inflación hacen que ese deseo se convierta en un nuevo reto muy difícil de cumplir. No se trata de guardar dinero, sino de construir un colchón que dé lugar a un cierto grado de tranquilidad y estabilidad a largo plazo. Esta es la línea que ha querido comprobar la Organización de Consumidores y Usuarios (la OCU), que ha confirmado que, con cambios cotidianos, los hogares con ingresos bajitos también pueden conseguir un ahorro notable.
1UN CAMPO DE AHORRO OCULTO SEGÚN LA OCU

Una de las mayores partidas de gasto de las familias españolas es la alimentación. La OCU indica que planificar adecuadamente las compras y comparar precios entre los supermercados puede suponer una gran diferencia en el gasto. Al ir a buscar el supermercado más barato, se puede lograr un ahorro de hasta 1.270 euros al año. Y esto no significa renunciar a la calidad, sino optar por una compra más sensata.
El consumo de productos de la época es otro de los puntos fundamentales a tener en cuenta. Son más saludables y frescos y también mucho más baratos. Las frutas y las verduras compradas en la época de su cosecha son hasta un 40% más baratas que las que se compran fuera de temporada. De este modo, además de ahorrar, se suma a la mejora de la dieta de la familia.
Planificar las compras del fin de semana es también una técnica válida. Hacer una lista, revisar lo que ya hay en la despensa, evitar caer ante un capricho excesivo evita el derroche de dinero. Cada vez que se va al supermercado sin lista se puede aumentar el gasto entre un 20% y un 30% en gasto innecesario. Y otra apuesta, cada vez más hecha por las familias, es la de comprar marcas blancas en lugar de primeras marcas. La diferencia de precio entre ambos productos, en muchos de los casos.