Santi Acosta vuelve a estar en primera línea televisiva y lo hace con más fuerza que nunca. El periodista, que lleva años vinculado a formatos de gran éxito en Mediaset, afronta esta temporada un doble reto profesional que, además, lo coloca en el centro de todas las miradas. Por un lado, seguirá al frente de “¡De viernes!”, el espacio de Telecinco que se ha convertido en uno de los programas de referencia de la crónica social. Por otro, se prepara para estrenar “El precio de…”, un nuevo formato que combina documental, entrevistas y debate y que en su primera entrega abordará la corrupción, nada menos que con el testimonio de Carolina Perles, exmujer de José Luis Ábalos. Un estreno que promete dar mucho que hablar y que confirma la versatilidad de Acosta como comunicador.
3El programa de Santi Acosta

Su otro gran reto, “El precio de…”, llega con un formato innovador que combina el rigor periodístico con un enfoque cercano al público general. Con el subtítulo de “Corrupción”, su primer episodio se adentra en un tema delicado y de gran interés social. La presencia de Carolina Perles, exmujer del exministro Ábalos, garantiza un testimonio potente que aportará titulares y abrirá un debate intenso. Para Acosta, este tipo de programas permiten experimentar con un lenguaje televisivo que mezcla géneros y, al mismo tiempo, consolidan su imagen como presentador capaz de desenvolverse tanto en el terreno del entretenimiento como en el de la información más seria.
La temporada que comienza se perfila, por tanto, como una de las más intensas en la carrera de Santi Acosta. El periodista, que siempre ha defendido la importancia de disfrutar del trabajo, se enfrenta al reto de liderar dos programas en prime time y de hacerlo rodeado de un equipo donde la diversidad de voces, entre ellas la de Lydia Lozano, marcará el ritmo de las emisiones. Su respuesta ante las críticas pasadas demuestra que mantiene intacta una cualidad que lo ha acompañado siempre: la capacidad de relativizar y no engancharse a las polémicas innecesarias.
Con un discurso conciliador y una actitud positiva, Santi Acosta demuestra que la televisión puede ser un lugar de segundas oportunidades y de encuentros inesperados. Su disposición a reencontrarse con Lydia Lozano, pese a los comentarios que ella hizo en su momento, refleja no solo madurez personal, sino también una visión profesional que pone por delante el trabajo y el respeto mutuo. En un medio donde los conflictos suelen amplificarse y convertirse en titulares, la postura de Acosta ofrece un ejemplo distinto: el de alguien que prefiere apostar por la cordialidad y el buen ambiente en lugar de alimentar el enfrentamiento.