Era un domingo a mediodía, cuando en una de las calles más céntricas de la capital se divisaba una larga cola en una de sus aceras. En ella, una gran mayoría de jóvenes esperaban ansiosos a probar una de las novedades que había sacado al mercado Kentucky Fried Chicken o más conocido por todos como KFC: su hamburguesa de Jumpers, unos icónicos snacks sabor a mantequilla. El menú era una oda a dicha marca: una hamburguesa sencilla, pero con su sabor característico, unos entrantes con la icónica forma de estrella e incluso una salsa, por si acaso alguien no había detectado el sabor.
La promoción tuvo tanto «éxito» en su lanzamiento, como reconocen sus creadores, que se tuvo que lanzar una segunda vez esta primavera. Aunque el resultado no ha sido tan impactante como el anterior. Más recientemente, KFC ha sacado un menú especial con referencia al fenómeno El Juego del Calamar, pero su desempeño parece no haber sido el deseado. Al fin y al cabo, ambas promociones se han enfrentado a las que otras cadenas de comida rápida como McDonald’s o Burger King han lanzado en los últimos meses que incluían un menú especial ‘diseñado’ por personajes reconocidos como Ana Mena o Plex.
Tampoco parece haber sido un gran semestre para la marca en otras regiones. De hecho, las acciones de su matriz Yum! Brands cayeron con fuerza después de la presentación de resultados. Mientras, otros competidores como McDonalds si vieron cómo sus acciones subían un 3% al presentar los resultados semestrales de 2025.
¿Todos al carro del pollo?
En los últimos años, KFC se ha beneficiado de una ventaja de costes frente a sus grandes rivales como McDonald’s o Burger King. Y es que lo que a priori podría parecer una desventaja como que ambos tienen una carta más variada que incluye hamburguesas de pollo, pero también de vacuno, frente a la reducida oferta de pollo de la firma en propiedad de Yum! Brands se terminó convirtiendo en una fortaleza.
El motivo es que en los últimos cinco años, la carne de pollo ha subido un 24%, la de porcino lo ha hecho un 31% y la de vacuno hasta un 50%. Hemos sufrido una inflación significativa en nuestros mercados internacionales, principalmente en Europa«, señaló recientemente Chris Kempczinski, consejero delegado de McDonalds, acerca de los malabares que ha tenido que hacer la compañía para seguir el ritmo de franquicias como KFC.

¿Cuál ha sido la respuesta de los competidores? Obviamente subirse al carro del pollo, para poder bajar el ticket medio de sus menús. Solo McDonalds ha lanzado distintas novedades relacionadas con el pollo en sus mercados: en España, la firma apostó por el regreso del Snack Wrap, el cual ha sido un éxito gracias a su precio. En Alemania, McDonald’s lanzó un Big Mac de pollo, denominado Chicken Big Mac, que «batió récords de promoción». En Australia, la firma registró su primer aumento de cuota de mercado en varios años, impulsado principalmente por su Hot Honey Chicken.
Cae el número de restaurantes de KFC en España por primera vez en años
El resultado de esa dinámica de precios ha sido que durante años, las franquicias de KFC han crecido como setas en el territorio español. Por ejemplo, desde la pandemia el número de restaurantes de la marca que gestiona Amrest (una de las firmas que aglutinan los franquiciados en España) ha pasado de 81 hasta 127, lo que supone un incremento del 56%. Además, lo había hecho de forma ininterrumpida desde entonces.
Pero la competencia parece haber frenado ese crecimiento. De hecho, entre junio de 2024 y junio de 2025, el número de restaurantes se ha reducido por primera vez en muchos años. Si bien es cierto que ha sido mínimo, también lo es que contrasta, por ejemplo, con el año pasado cuando en las mismas fechas se había incrementado el número de KFCs en un 17,4%. Además, el crecimiento de los ingresos de Amrest en España, aunque incluye los restaurantes de La Tagliatella, apenas creció un 0,5% frente al incremento del 10,6% de un año antes.
En definitiva, tras años de fuerte expansión, el crecimiento de KFC en España ha empezado a resentirse. Una realidad que tiene varias explicaciones: por un lado, el aumento de la competencia a nivel general. Por otro lado, la competencia en precios de sus competidores más de nicho. Por último, su ventaja en los costes de las materias primas también ha sido neutralizada. La pregunta final es: ¿será capaz la firma de remontar el vuelo o el frenazo será un anticipo de una caída más profunda?