viernes, 12 septiembre 2025

España, entre los países europeos con mayor deuda en relación con su PIB

La deuda pública continúa siendo uno de los principales desafíos económicos para la Unión Europea y, en especial, para España. Durante el primer trimestre de 2025, los datos revelan que nuestro país ocupa el quinto lugar en la lista de Estados europeos con mayor nivel de deuda pública en comparación con su producto interior bruto (PIB). Con un endeudamiento que asciende al 103,5% del PIB, España se sitúa por encima de la media comunitaria y refleja la dificultad de equilibrar las cuentas públicas tras años de crisis, pandemia y elevados niveles de gasto social y financiero.

La deuda pública en Europa: un problema compartido

La deuda pública no es solo una cifra en los balances de los gobiernos, sino un indicador clave de la estabilidad económica de los países. El parámetro más utilizado para medirla es la relación deuda/PIB, que muestra qué porcentaje de la riqueza generada anualmente por un país está comprometido en cubrir sus obligaciones financieras, como afirman algunos tipos de bróker.
En la Unión Europea, el límite recomendado por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento es del 60% del PIB. Sin embargo, la realidad dista mucho de esta meta. En el primer trimestre de 2025, la deuda media de la zona euro se situó en el 88% del PIB, un nivel alto pero inferior al pico alcanzado durante la pandemia, cuando llegó al 97%.
Aun con esta ligera mejora, más de la mitad de los países europeos presentan niveles de endeudamiento superiores a lo aconsejado, lo que limita su capacidad de maniobra en tiempos de crisis y aumenta los riesgos financieros a largo plazo.

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Grecia: el caso más extremo

En el panorama europeo, Grecia sigue siendo el país con la mayor carga de deuda relativa. Aunque ha logrado reducir ligeramente su endeudamiento en el último año, su déficit continúa representando el 152,5% del PIB, una cifra que prácticamente duplica la producción anual de su economía.
Con más de 366.000 millones de euros de deuda, Grecia enfrenta grandes desafíos en materia de sostenibilidad fiscal. En términos per cápita, cada ciudadano griego soporta un pasivo de más de 35.000 euros, lo que refleja la gravedad del problema estructural que arrastra desde hace más de una década.

Italia: la segunda deuda más abultada

El caso de Italia es similar al griego, aunque en una economía mucho más grande. Con un pasivo que supera los 3 billones de euros, es el segundo país más endeudado de Europa tanto en valores absolutos como relativos. Su deuda equivale al 137,9% del PIB, lo que significa que más de una tercera parte de su producción económica anual se destina a cubrir intereses y obligaciones previas.

Francia: la mayor deuda absoluta del continente

La deuda francesa es la más elevada de toda Europa en términos absolutos, superando los 3,34 billones de euros. Aun así, en proporción con su economía, representa el 114,1% del PIB, lo que coloca a Francia en el tercer puesto de la lista de países más endeudados.
Este nivel de déficit refleja las dificultades del país para reducir su gasto público y controlar su balanza presupuestaria.

Bélgica: alta deuda y fuerte carga per cápita

En el cuarto lugar aparece Bélgica, con 660.880 millones de euros de deuda, lo que equivale al 106,8% de su PIB. Lo más llamativo del caso belga es su enorme carga per cápita: cada ciudadano soporta en promedio más de 55.900 euros de deuda, la cifra más alta de toda la Unión Europea.

España: la cuarta deuda absoluta y quinta en porcentaje

Con una deuda que asciende a 1,67 billones de euros, España es el cuarto país de Europa con mayor volumen de deuda en valores absolutos, solo por detrás de Francia, Italia y Alemania. Sin embargo, en términos relativos a su PIB, ocupa el quinto lugar, con un 103,5%.
Esto significa que la deuda nacional ya supera el valor de toda la riqueza generada en un año en nuestro país. Aunque la cifra es inferior a la de países como Grecia o Italia, sigue representando un reto considerable para las finanzas públicas.
Los expertos señalan que la elevada deuda española se debe principalmente al alto gasto social, al déficit estructural que arrastra desde hace años y al fuerte impacto de la pandemia de COVID-19, que disparó los desembolsos estatales.

Portugal y el sur de Europa

En la península ibérica, Portugal presenta también una elevada carga, con un endeudamiento del 96,4% del PIB. Aunque la cifra es inferior a la española, sigue estando claramente por encima de la media comunitaria.
Otros países del sur de Europa, como Chipre o Grecia, confirman que la región mediterránea es la que más dificultades enfrenta en términos de sostenibilidad fiscal.

Países con niveles moderados de deuda

En contraste, algunos Estados miembros mantienen niveles de deuda relativamente moderados. Austria, por ejemplo, presenta un déficit equivalente al 84,9% de su PIB, mientras que Finlandia alcanza el 83,7%.
Aunque estas cifras son elevadas en comparación con el límite europeo del 60%, se mantienen por debajo de los niveles críticos que afrontan países como Grecia o Italia.

Los países con menor endeudamiento

En el extremo opuesto, varias naciones europeas destacan por mantener niveles muy bajos de deuda pública.
● Estonia: apenas un 24,1% del PIB, la cifra más baja del continente.

● Bulgaria: con un 23,9% del PIB, ocupa el segundo puesto.

● Luxemburgo: con un pasivo del 26,1% del PIB, combina alto nivel de vida con sostenibilidad fiscal.

● Dinamarca: con un 29,9% del PIB, demuestra que un Estado de bienestar no necesariamente implica endeudamiento excesivo.

Estos casos son la excepción dentro de una Europa donde la mayoría de los países superan ampliamente el umbral recomendado.

Deuda pública: riesgos y perspectivas

Un nivel elevado de deuda pública no solo limita la capacidad de inversión de los gobiernos, sino que también incrementa los costes de financiación. A medida que los inversores perciben un mayor riesgo, los intereses que exigen por prestar dinero aumentan, lo que genera un círculo vicioso de más deuda y menos recursos para gasto social o productivo.
En el caso de España, el 103,5% del PIB supone una amenaza para la estabilidad económica a largo plazo. Si bien el crecimiento moderado del PIB y la reducción de la prima de riesgo han permitido cierta tranquilidad en los mercados, la sostenibilidad de la deuda sigue siendo un tema de preocupación.

Conclusión: la necesidad de disciplina fiscal

La deuda pública es un desafío estructural para Europa, pero especialmente para los países del sur. España, con una deuda que ya supera el 100% de su PIB, se encuentra en una situación delicada que exige políticas de responsabilidad fiscal, mejora de la recaudación y control del gasto público.
De no tomarse medidas eficaces, el país podría enfrentar mayores dificultades en momentos de crisis económicas globales, con menos margen de maniobra y mayor dependencia de la financiación externa.
En definitiva, España sigue formando parte del grupo de naciones con las deudas más altas de Europa, y aunque no lidera el ranking, su posición refleja una vulnerabilidad que solo puede resolverse con crecimiento sostenible, reformas estructurales y disciplina presupuestaria.


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