sábado, 13 septiembre 2025

Ana Pérez Ballesta, doctora: “Ese dolor de espalda que tienes te lo agradecerá”

El dolor de espalda es una de las dolencias más frecuentes en la vida moderna. Afecta tanto a jóvenes como a adultos y puede convertirse en un problema incapacitante si no se trata de manera adecuada. Aunque muchas veces se asocia al paso de los años, lo cierto es que este malestar no distingue edades. Pasar largas horas sentado frente al ordenador, mantener malas posturas o realizar esfuerzos físicos sin la preparación adecuada son solo algunas de las causas más comunes.

En los últimos años, diferentes estudios han confirmado que el dolor de espalda es la segunda causa de consulta médica más habitual, solo superada por los resfriados. En la mayoría de los casos, no se trata de una enfermedad grave, pero sí de una señal que indica que algo no marcha bien en nuestro estilo de vida. Por eso, comprender sus orígenes y aprender a prevenirlo es fundamental para mejorar nuestra calidad de vida.

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Dolor de espalda y salud mental: una relación invisible

dolor de espalda y cervicales
Fuente: agencias

Uno de los aspectos menos conocidos, pero igual de importantes, es la relación entre el dolor de espalda y la salud mental. El estrés y la ansiedad generan una tensión muscular constante que muchas veces se manifiesta en la zona lumbar o cervical.

A su vez, el dolor crónico puede provocar alteraciones emocionales como irritabilidad, falta de concentración o incluso depresión. Se convierte en un círculo difícil de romper: el malestar físico aumenta el malestar psicológico y este, a su vez, intensifica la percepción del dolor.

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Por esta razón, los expertos recomiendan abordar el problema desde una perspectiva integral que incluya tanto el cuidado físico como el emocional. Técnicas de relajación, meditación y una correcta gestión del estrés pueden marcar una gran diferencia en quienes sufren dolor de espalda.


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