El dolor de espalda es una de las dolencias más frecuentes en la vida moderna. Afecta tanto a jóvenes como a adultos y puede convertirse en un problema incapacitante si no se trata de manera adecuada. Aunque muchas veces se asocia al paso de los años, lo cierto es que este malestar no distingue edades. Pasar largas horas sentado frente al ordenador, mantener malas posturas o realizar esfuerzos físicos sin la preparación adecuada son solo algunas de las causas más comunes.
En los últimos años, diferentes estudios han confirmado que el dolor de espalda es la segunda causa de consulta médica más habitual, solo superada por los resfriados. En la mayoría de los casos, no se trata de una enfermedad grave, pero sí de una señal que indica que algo no marcha bien en nuestro estilo de vida. Por eso, comprender sus orígenes y aprender a prevenirlo es fundamental para mejorar nuestra calidad de vida.
4Tratamientos más recomendados

Cuando el dolor de espalda ya ha aparecido, es fundamental acudir a un profesional para recibir un diagnóstico adecuado. En los casos más leves, suelen recomendarse antiinflamatorios, analgésicos y fisioterapia. Las sesiones de masajes, los estiramientos guiados y la aplicación de calor local son recursos muy efectivos para aliviar las molestias.
En los cuadros más complejos, el tratamiento puede incluir inyecciones, rehabilitación intensiva e incluso cirugía, aunque estos son casos excepcionales. La mayoría de los pacientes mejora de forma considerable con cuidados básicos y la incorporación de rutinas saludables.
Cada vez más especialistas recomiendan terapias complementarias como la acupuntura, la osteopatía o el pilates terapéutico. Si bien no sustituyen a la medicina tradicional, pueden servir como complemento eficaz en el manejo del dolor de espalda.