El dolor de espalda es una de las dolencias más frecuentes en la vida moderna. Afecta tanto a jóvenes como a adultos y puede convertirse en un problema incapacitante si no se trata de manera adecuada. Aunque muchas veces se asocia al paso de los años, lo cierto es que este malestar no distingue edades. Pasar largas horas sentado frente al ordenador, mantener malas posturas o realizar esfuerzos físicos sin la preparación adecuada son solo algunas de las causas más comunes.
En los últimos años, diferentes estudios han confirmado que el dolor de espalda es la segunda causa de consulta médica más habitual, solo superada por los resfriados. En la mayoría de los casos, no se trata de una enfermedad grave, pero sí de una señal que indica que algo no marcha bien en nuestro estilo de vida. Por eso, comprender sus orígenes y aprender a prevenirlo es fundamental para mejorar nuestra calidad de vida.
3Consejos para prevenir el dolor de espalda

Afortunadamente, existen medidas sencillas que pueden ayudar a reducir las probabilidades de sufrir dolor de espalda. Una de las más importantes es mantener una buena postura. Sentarse con la espalda recta, los pies apoyados en el suelo y los hombros relajados es un hábito que puede marcar la diferencia a largo plazo.
El ejercicio físico regular es otro gran aliado. Actividades como caminar, nadar o practicar yoga fortalecen la musculatura y mejoran la flexibilidad. De esta manera, la columna cuenta con un soporte más sólido y se reducen las probabilidades de lesiones.
Dormir en un colchón firme, utilizar almohadas adecuadas y evitar cargar pesos de manera incorrecta también son recomendaciones básicas. Incluso pequeños cambios, como levantarse de la silla cada hora para estirar el cuerpo, pueden contribuir a evitar el dolor de espalda.