El debate sobre la IA ha estado marcado en los últimos años por una visión pesimista: la idea de que sustituirá a los trabajadores y destruirá miles de empleos. Sin embargo, los últimos estudios apuntan en dirección contraria.
La inteligencia artificial, lejos de ser una amenaza, se perfila como una palanca de creación de oportunidades laborales en sectores muy diversos de la economía española.
Según el informe “La economía de las apps en España, 2025”, desarrollado por el Progressive Policy Institute (PPI) para la Fundación para el Avance de la Libertad, la IA aplicada a las aplicaciones móviles generará un impacto positivo que se traduce en nuevos puestos de trabajo.
Las conclusiones del estudio -que se presentará oficialmente dentro de unos días- sitúan el potencial de este ecosistema digital en cifras históricas para el empleo en nuestro país.
El impacto de la economía de las aplicaciones y la IA
La investigación del PPI subraya que la economía de las aplicaciones móviles, también conocida como “App Economy”, se ha convertido en una fuente decisiva de crecimiento laboral a nivel global y con especial incidencia en España. A medida que más industrias incorporan herramientas digitales, aumenta la demanda de especialistas que diseñen, implementen y den soporte a estas soluciones.
El informe estima que solo en 2025 se crearán cerca de 186.000 nuevos empleos vinculados al desarrollo, mantenimiento y seguridad de aplicaciones. Si se suman las oportunidades derivadas de los servicios indirectos, el número total se acerca a los 200.000, consolidando la idea de que la IA no destruirá empleo, al contrario: creará 200.000 en España en un plazo inmediato.
La IA como cambio transversal en todos los sectores
Lo más relevante es que el fenómeno no se limita a las tecnológicas. Sectores como la agricultura, la construcción, la manufactura o el transporte están incorporando aplicaciones basadas en inteligencia artificial que optimizan procesos, reducen tiempos y mejoran la calidad del servicio.
Estas transformaciones requieren de nuevos perfiles profesionales especializados en integración tecnológica y análisis de datos, lo que amplía las oportunidades laborales mucho más allá de las grandes urbes o del ámbito estrictamente digital.
La IA no solo genera nuevos puestos, sino que también transforma los ya existentes, permitiendo que los profesionales se centren en tareas de mayor valor añadido. Este cambio explica en gran medida por qué la previsión es de creación neta de empleo y no de destrucción masiva, como se temía en un primer momento.
Creciente demanda de IA y habilidades digitales
El estudio apunta además a un cambio radical en las ofertas de trabajo. Desde julio de 2025, el 21% de las vacantes en el ámbito tecnológico requerirá conocimientos relacionados con la inteligencia artificial y la automatización de procesos. Esta cifra confirma que el mercado laboral se orienta hacia una combinación de competencias tradicionales y nuevas destrezas vinculadas a la digitalización y la IA.
Esto significa que la formación y la actualización profesional serán determinantes. Universidades, centros de formación y empresas tendrán que adaptar sus programas para cubrir una demanda creciente en ámbitos como el aprendizaje automático, la ciberseguridad, la gestión de datos y el diseño de aplicaciones inteligentes.
La capacidad de reciclarse y de adquirir nuevas competencias será clave para aprovechar las oportunidades de empleo que surjan.
La importancia de la inversión y la educación
La creación de 200.000 empleos no se logrará de forma automática. El éxito dependerá de la capacidad de España para atraer inversión, fomentar la innovación y garantizar que la población activa cuente con las herramientas necesarias.
La educación financiera y tecnológica será un componente esencial para que trabajadores de todas las generaciones se adapten a un mercado en constante evolución.
Asimismo, es fundamental que las pymes, que representan más del 90% del tejido empresarial español, incorporen soluciones digitales. La IA aplicada en pequeñas y medianas empresas puede marcar la diferencia en competitividad, eficiencia y sostenibilidad, contribuyendo así al bienestar general de la economía.
Más oportunidades que riesgos con la IA
El informe del PPI deja claro que la narrativa del miedo a la automatización no refleja la realidad del mercado laboral. La IA no destruirá empleo, al contrario: creará 200.000 en España en sectores tan variados como el desarrollo tecnológico, la atención al cliente, la logística o la gestión de infraestructuras críticas.
La clave estará en cómo se gestionen las transiciones. A diferencia de otras revoluciones industriales, la velocidad de adopción es mucho más rápida, lo que obliga a acelerar políticas de formación y de apoyo a los trabajadores.
Con un marco regulatorio adecuado y programas de capacitación accesibles, España puede convertirse en un referente europeo en la integración de la IA en su economía productiva.