El coche que conduces a diario sabe mucho más de ti de lo que imaginas, y no, no hablamos solo de tus destinos favoritos. ¿Sabías que puede registrar la música que escuchas, a quién llamas o incluso cómo conduces? No te alarmes, pero tu coche moderno está recopilando una cantidad de datos sobre ti que te sorprendería. Es una realidad silenciosa que ocurre cada vez que te pones al volante, una conversación secreta entre tú y la tecnología de tu vehículo.
Pero, ¿significa esto que debemos renunciar a las comodidades que nos ofrece la tecnología? En absoluto. La buena noticia es que tienes el poder de decidir qué compartes y qué no. El secreto no es desconectarlo todo, sino aprender a navegar por los menús de configuración de tu automóvil, porque la clave está en entender qué información recoge tu automóvil y cómo puedes gestionarla. Es hora de abrir la guantera digital y poner un poco de orden.
¿QUÉ SABE EXACTAMENTE TU COCHE DE TI?

Puede que pienses en él como una simple máquina, pero el coche conectado de hoy es un complejo ordenador sobre ruedas. Desde el momento en que sincronizas tu teléfono por primera vez, abres una puerta a tu vida personal, ya que cada vez que arrancamos nuestro vehículo, activamos un complejo ecosistema digital que monitoriza nuestra actividad. Este sistema aprende de tus rutas, tus horarios y hasta de tus preferencias musicales para, en teoría, hacerte la vida más fácil.
Y, ¿a dónde va toda esa información? Generalmente, se comparte con el fabricante. El objetivo principal suele ser mejorar la experiencia de conducción y ofrecer servicios personalizados, como el mantenimiento predictivo, pero no nos engañemos, los fabricantes utilizan estos datos para mejorar sus servicios y, en ocasiones, con fines comerciales. Entender esto es el primer paso para recuperar el control de la privacidad en nuestro turismo y decidir qué parte de nuestra vida viaja con nosotros en cada trayecto.
EL «CEREBRO» QUE TODO LO REGISTRA: EL SISTEMA DE INFOENTRETENIMIENTO
Esa pantalla táctil que preside el salpicadero es mucho más que una radio o un GPS. Es el centro neurálgico donde se almacena tu huella digital al volante. Ahí es donde debes dirigir tu atención si quieres saber qué datos guarda tu coche, porque el sistema de infoentretenimiento se ha convertido en el sistema nervioso central de la privacidad del vehículo. Es la interfaz que te conecta con el mundo, pero también la que registra cada uno de tus movimientos y decisiones.
Piensa en toda la información que pasa por ahí. La agenda de tu móvil, el historial de llamadas, los mensajes que dictas, las direcciones que buscas en el navegador… Todo queda guardado en la memoria del sistema. Cada viaje deja un rastro, y la acumulación de estos datos crea una detallada huella digital de tus hábitos y rutinas. Por eso, familiarizarse con los ajustes de privacidad de tu coche conectado es tan importante como saber cambiar una rueda.
PRIMERA PARADA: ¿QUIERES QUE SEPA DÓNDE ESTÁS EN CADA MOMENTO?

El GPS es, probablemente, la función más útil y a la vez más indiscreta de nuestro coche. Para tomar el control, lo primero es sumergirse en los ajustes de «Ubicación» o «Privacidad» del sistema de infoentretenimiento. La mayoría de los modelos permiten desactivar el seguimiento continuo, ya que casi todos los sistemas ofrecen la opción de desactivar el rastreo de ubicación o limitar su uso a aplicaciones específicas. Echar un vistazo a este menú en mi cuatro ruedas puede darte más de una sorpresa.
Claro que desactivar por completo la geolocalización puede tener consecuencias, como perder las actualizaciones de tráfico en tiempo real o la función de «encontrar mi vehículo». No se trata de volver a la era de los mapas de papel, sino de tomar una decisión informada, porque la decisión final pasa por encontrar un equilibrio entre la comodidad que te ofrece y el nivel de privacidad que deseas mantener. Quizás solo te interese activarla para viajes largos, pero no para tus trayectos diarios con el coche.
MÁS ALLÁ DEL GPS: TU MÚSICA, TUS LLAMADAS Y TUS HÁBITOS
La conexión Bluetooth es una maravilla, pero también una autopista de doble sentido para tus datos personales. Cuando conectas tu móvil, no solo reproduces tu música, sino que a menudo das permiso al sistema para acceder a tu agenda y llamadas, porque la sincronización por Bluetooth puede exponer tu historial de llamadas y la lista completa de tus contactos. Revisa los permisos que otorgaste en su día; es posible que el infotainment del coche tenga más acceso del que necesita o del que recuerdas haberle concedido.
Y no nos olvidemos del asistente de voz. Esa cómoda función que te permite llamar o cambiar de canción sin apartar las manos del volante también escucha. Algunos sistemas almacenan fragmentos de tus comandos de voz para «mejorar el servicio», así que es fundamental revisar los permisos del micrófono y la configuración del asistente de voz para limitar la recopilación de audio. La tecnología del automóvil está para servirte, no para espiarte, y la configuración de tu coche te permite marcar esos límites.
EL BORRADO FINAL: EL PASO CLAVE ANTES DE DECIRLE ADIÓS

Si vas a vender tu coche o se acaba tu contrato de renting, hay un paso crucial que a menudo se olvida: el reseteo de fábrica. Es el equivalente a formatear un ordenador o un móvil antes de dárselo a otra persona. De no hacerlo, el nuevo conductor podría tener acceso a tus destinos, tus contactos y otros datos personales, porque en el menú de configuración siempre encontrarás una opción de «restablecer a valores de fábrica» que borra toda tu información personal. Es la única forma de desvincular tu vida de este nuevo vehículo.
Al final, tu coche es una extensión de tu espacio personal, un lugar donde pasas muchas horas, tienes conversaciones privadas y te mueves con libertad. Proteger la información que genera es tan importante como cerrar la puerta con llave al salir de casa. Afortunadamente, con unos pocos ajustes, puedes asegurarte de que lo que pasa en tu vehículo se queda en tu vehículo, porque gestionar estos ajustes convierte la tecnología en una aliada, no en un vigilante silencioso de tu día a día.