Gossip, la sección más leída de Merca2, ha sorprendido a sus lectores con una de las entrevistas más impactantes de los últimos tiempos, protagonizada por Rocío Flores. La hija de Antonio David Flores ha reaparecido públicamente en el programa ¡De viernes! tras un prolongado silencio mediático y lo ha hecho con un testimonio que ha dejado a todos sin palabras. Con lágrimas en los ojos y un tono cargado de emoción, la joven confesó que llegó a temer lo peor en relación con el estado anímico de su padre. Según explicó en el espacio conducido por Santi Acosta, el sufrimiento que ambos han atravesado en los últimos años ha sido tan intenso que incluso llegó a pensar que Antonio David podría acabar con su vida. Unas declaraciones que han generado un enorme impacto, no solo entre los seguidores del programa, sino también entre el público general, que ha convertido el tema en tendencia en redes sociales durante horas.
3La familia de Rocío Flores ha sufrido mucho

Con esta entrevista, Rocío Flores ha abierto una puerta a la reflexión sobre la salud mental, el sufrimiento familiar y el impacto de la presión mediática en la vida privada. “Para mí, lo principal siempre ha sido mi familia, y ver sufrir a mi familia me ha destrozado”, repitió en varios momentos de la conversación, subrayando que detrás de la fama y de la exposición mediática existe una vida marcada por miedos y pérdidas emocionales. El valor de su testimonio radica en haber puesto palabras a un sufrimiento que, según ella, había guardado durante demasiado tiempo.
En definitiva, la entrevista emitida en ¡De viernes! y recogida con gran eco en la sección Gossip de Merca2 ha devuelto a Rocío Flores al foco mediático con una imagen distinta, más frágil y más sincera que en ocasiones anteriores. Su confesión sobre el estado de su padre y sobre su propia angustia vital ha abierto un debate público sobre la fragilidad emocional y el precio de la exposición mediática. Mientras tanto, ella insiste en que su único deseo es proteger a los suyos y encontrar la calma después de tanto dolor. El sufrimiento, reconoce, no la ha dejado ser feliz, pero también le ha enseñado que es más fuerte y resiliente de lo que jamás pensó.