miércoles, 10 septiembre 2025

‘La Promesa’: Ángela regresa débil y desorientada a palacio tras su secuestro​

La serie La Promesa continúa estableciéndose como uno de los dramas más potentes del panorama televisivo. Con cada nuevo episodio, los espectadores entrarán al universo de ciudades, de pasiones encontradas, de luchas por el poder, de variopintas emociones que no dejan indiferentes a nadie. En los últimos episodios, como bien es sabido, la trama ha alcanzado el clímax: el regreso de Ángela, tras su misterioso secuestro, la revuelta contra el marqués de Aguinaga , y la llegada del barón de Valladares, como un verdadero huracán de amenazas. Todo ello lo convierte en un cóctel de ingredientes explosivos que promete cambiar la vida del Luján y de quienes giran a su alrededor.

3
NUEVOS COMIENZOS Y VIEJAS CADENAS EN LA PROMESA

'La Promesa': Ángela regresa débil y desorientada a palacio tras su secuestro​
Fuente: RTVE

El palacio no es solo un escenario de luchas y peleas a la manera de enemigos, sino un lugar premonitorio donde algunos personajes desean construir un futuro. Ricardo, cansado de los abusos de un mayordomo, decide finalmente rebelarse. El acto de valentía de Ricardo es un auténtico revulsivo en un clima asfixiante, aunque no tarda en recibir la contestación cínica del superior que le recuerda que puede marcharse si es incapaz de aguantar lo que hay. De esta manera, la jerarquía prorrumpe con crudeza, donde mostrar resistencia representa a duras penas una salida para los débiles.

Por otro lado, Manuel encuentra en Enora y Toño aquella complicidad que le permite iniciar un nuevo proyecto. Los tres intentan desdeñar los fantasmas del pasado y deseen abrirse un camino, sin ataduras familiares. La ilusión se siente en el aire, a cada paso que hagamos, como camino a seguir. No hay que olvidar que el deseo de independencia constitutiva también una bocanada de futuro en un mundo dominado por las ataduras del apellido con el deber.

Pero la alegría es fugaz. Alonso, con la carga de la tradición familiar, la autoridad de cabeza de familia y la fuerza de su dura personalidad, aplasta a su hijo con un duro ultimátum. Le exige que rectifique con Leocadia, a la vez que le recuerda la obligación que tenía para con la empresa familiar. La situación de Manuel se convierte entonces en un profundo dilema: seguir el camino de su corazón o seguir las exigencias de su linaje. La confrontación entre libertad y deber familiar se distinguirá como una de las luchas más intensas que marcarán el curso del joven.

Siguiente

Publicidad