miércoles, 10 septiembre 2025

‘La Promesa’: Ángela regresa débil y desorientada a palacio tras su secuestro​

La serie La Promesa continúa estableciéndose como uno de los dramas más potentes del panorama televisivo. Con cada nuevo episodio, los espectadores entrarán al universo de ciudades, de pasiones encontradas, de luchas por el poder, de variopintas emociones que no dejan indiferentes a nadie. En los últimos episodios, como bien es sabido, la trama ha alcanzado el clímax: el regreso de Ángela, tras su misterioso secuestro, la revuelta contra el marqués de Aguinaga , y la llegada del barón de Valladares, como un verdadero huracán de amenazas. Todo ello lo convierte en un cóctel de ingredientes explosivos que promete cambiar la vida del Luján y de quienes giran a su alrededor.

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LA REVUELTA QUE AGITA LOS CIMIENTOS DEL PODER

Fuente: RTVE

La revuelta que levanta el marqués de Aguinaga no existe únicamente como un suceso político, sino como un terremoto que conmueve la estabilidad de todo el ámbito de La Promesa. El eco de la revuelta se cuela en el palacio y en su ambiente cargado de suspicacias y temor.

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Adriano, siempre alerta, se da cuenta de que lo que ha ocurrido no es más que el principio de una tormenta mayor, convencido de que la violencia puede correr como un reguero de pólvora. Su miedo no es gratuito: la violencia, las tensiones sociales y la ambición de los grandes son un tubo de ensayo que puede estallar con cualquiera. La certeza de que la violencia puede extenderse, en suma, de finca en el hecho de que las tensiones sociales son el gran recurso de los nobles.


Y aunque las cosas parecen encaminarse por este camino y ante una visión tan corta, Catalina sostiene su posición en positivo: defiende la resistencia, defiende la revuelta, defiende la distancia al marqués como un paso natural e inevitable. Y en ese instante, Catalina se enfrenta a Adriano, y aquí se produce un choque tan claro como el miedo que siente el primero y el último. Catalina representa la benfesa de los que pretenden ir a la guerra y perderlo todo antes que resignarse a lo injusto.

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