jueves, 11 septiembre 2025

David Lude (49), geólogo, sentencia sobre la playa de ‘Juego de Tronos’: «No es arena, son las páginas de un libro de 60 millones de años y la debes conocer antes de que desaparezca»

En sus acantilados se puede ver la prueba del meteorito que extinguió a los dinosaurios, una fina capa rica en iridio. Los geólogos advierten que el cambio climático y la erosión marina están acelerando su desaparición, haciendo urgente su visita y conservación.

Hay una playa que estás a punto de descubrir que no es lo que parece. A primera vista, la de Itzurun, en Zumaia, es una postal espectacular de la costa vasca, un imán para los fans de ‘Juego de Tronos’ que la identifican al instante como Rocadragón. Pero si te acercas, si de verdad miras, verás que aquí la arena es casi una anécdota y que las capas de roca que se clavan en el mar son las páginas de un libro de historia escrito durante 60 millones de años. ¿Te atreves a pasar la página y descubrir el secreto que oculta?

Lo que pisas no es un simple arenal, sino un archivo geológico de valor incalculable que cuenta historias de mundos perdidos y cataclismos planetarios. El geólogo David Lude, un apasionado estudioso de este litoral guipuzcoano, lo dice claro: «Cada paso que das aquí es un salto de miles de años». Pero lanza una advertencia que resuena con la fuerza del oleaje: este tesoro geológico está amenazado por la erosión y el cambio climático, y podría desaparecer antes de lo que imaginamos. Una razón de peso para entender qué hace a este rincón costero un lugar único en el mundo.

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¿QUÉ ESCONDE REALMENTE LA ARENA DE ROCADRAGÓN?

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Puede que hayas venido buscando dragones, pero lo que encuentras es el «flysch», un fenómeno que te deja sin palabras. Imagina durante millones de años el fondo del mar recibiendo sedimentos, capa sobre capa, como si la naturaleza estuviera haciendo una lasaña geológica. Unas capas eran duras, como las calizas, y otras blandas, como las margas, y la fuerza del mar ha ido desgastando las blandas, dejando al descubierto las duras como si fueran las costillas de un gigante dormido. El resultado es un paisaje casi extraterrestre, una sucesión de láminas de roca que se adentran en el Cantábrico.

Caminar por aquí durante la marea baja es una experiencia que te cambia la perspectiva. No estás paseando por cualquier orilla del mar, estás caminando sobre el tiempo mismo. Cada una de esas láminas que se extienden bajo tus pies es un capítulo de la historia de la Tierra, un registro detallado de cómo era el clima y la vida hace decenas de millones de años. Por eso, esta no es una playa cualquiera; es uno de los pocos lugares del planeta donde puedes tocar físicamente millones de años de historia geológica en un solo paseo.

LA CICATRIZ QUE MARCÓ EL FIN DE LOS DINOSAURIOS

Entre las miles de «páginas» de este libro de piedra, hay una que los científicos de todo el mundo vienen a estudiar con devoción casi religiosa. Se trata de una fina capa oscura, casi imperceptible para el ojo inexperto, que marca un antes y un después en la historia del planeta. En esta delgada línea se encuentra una concentración anómala de iridio, un elemento químico muy escaso en la Tierra pero abundante en los asteroides. Es, literalmente, la firma del meteorito que impactó hace 66 millones de años en la península de Yucatán y provocó la extinción de los dinosaurios.

La sensación de estar frente a esta evidencia es sobrecogedora. En este rincón costero no estás leyendo sobre la historia, la estás tocando. Piensa en ello por un momento: tus dedos pueden recorrer la misma cicatriz que dejó el evento que aniquiló al 75% de las especies. Es algo que convierte una simple visita a la playa en un viaje a los confines del tiempo, un contacto directo y tangible con el preciso instante en que un mundo se desvaneció y otro nuevo comenzó a abrirse paso. Es una lección de humildad que te regala la naturaleza.

PLAYA DE JUEGOS DE TRONO DE WESTEROS A ZUMAIA: EL IMÁN DE ‘JUEGO DE TRONOS’

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No es de extrañar que los creadores de ‘Juego de Tronos‘ eligieran este lugar para dar vida a Rocadragón, el hogar ancestral de la casa Targaryen. La espectacularidad natural de esta franja costera era tan potente que apenas necesitaron efectos especiales para transformarla en un escenario de fantasía épica. Las afiladas formaciones rocosas y los imponentes acantilados se convirtieron en el telón de fondo perfecto para el desembarco de Daenerys en Poniente, creando imágenes icónicas grabadas en la retina de millones de espectadores.

Sin embargo, la fama mundial trajo consigo una doble cara. Por un lado, puso a Zumaia en el mapa turístico internacional, generando un impacto económico positivo. Pero por otro, la afluencia masiva de visitantes ejerce una presión enorme sobre este paraje marítimo tan delicado. El geólogo David Lude lo resume con preocupación: «El mayor dragón al que se enfrenta ahora Itzurun es el desgaste». Y es que el riesgo de que el turismo descontrolado acelere la erosión de este patrimonio geológico es una amenaza muy real que requiere una gestión cuidadosa.

«EL TIEMPO SE AGOTA»: LA ADVERTENCIA DE LOS GEÓLOGOS

La advertencia de Lude no es una hipérbole, sino una constatación científica. El mismo mar Cantábrico que con su oleaje paciente esculpió el flysch durante eones, es ahora el principal agente de su erosión. Este proceso es natural, pero hay un factor que lo está acelerando peligrosamente: el cambio climático. Las tormentas cada vez más violentas y la subida del nivel del mar están devorando este escenario playero a un ritmo que alarma a la comunidad científica, arrancando las páginas del libro a una velocidad nunca vista.

Por eso, visitar Itzurun se ha convertido en una especie de carrera contra el tiempo. Es una oportunidad única de presenciar una maravilla geológica que está en un proceso de cambio constante y, lamentablemente, de degradación. La sentencia del geólogo resuena como un eco en los acantilados: «No es arena, son las páginas de un libro». Y la visita es una oportunidad irrepetible para leer algunos de sus capítulos antes de que el mar los borre para siempre, un llamado a valorar y proteger estos tesoros antes de que sea tarde.

CÓMO LEER ESTE LIBRO DE PIEDRA ANTES DE SU ÚLTIMO CAPÍTULO

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Para descifrar los secretos de Itzurun, el mejor consejo es planificar la visita durante la marea baja. Solo entonces la plataforma de abrasión, esa enorme superficie rocosa estriada, queda completamente al descubierto, permitiéndote caminar literalmente sobre la historia. Antes de bajar a la costa, una visita al cercano centro de interpretación Algorri te dará las claves para entender la inmensidad de los procesos geológicos que tienes ante ti, transformando tu percepción del paisaje de forma radical.

Al marcharte, la sensación que te acompaña es de puro asombro. Ya no ves solo un paisaje bonito para una foto, sino un lugar que te conecta con la fragilidad de nuestro planeta y la profundidad del tiempo. Dejas atrás mucho más que arena y olas; abandonas una biblioteca milenaria donde cada estrato de roca es un verso sobre la historia de la Tierra. Esta playa te cambia, porque te hace consciente de que esa historia sigue escribiéndose y el capítulo final de este increíble libro geológico depende, en gran medida, de las decisiones que tomemos a partir de ahora.


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