jueves, 11 septiembre 2025

El ‘dedo de WhatsApp’ ya tiene nombre médico y es la nueva epidemia silenciosa en España: cómo saber si lo sufres

El dolor en la base del pulgar, la hinchazón y la pérdida de fuerza son los síntomas principales que no debes pasar por alto. La prevención, a través de una mejor ergonomía, pausas y estiramientos, es clave para evitar esta dolencia cada vez más común en España.

El uso constante de WhatsApp ha transformado nuestra forma de comunicarnos, pero también está dejando una huella inesperada en nuestra salud que muchos ignoran. Ese gesto casi reflejo de deslizar el pulgar por la pantalla esconde un riesgo del que apenas se habla. ¿Sientes una molestia en la muñeca o en la base del dedo gordo que no sabes de dónde viene? Quizás la respuesta está en tu bolsillo, y es que el uso continuado del móvil está provocando una patología cada vez más frecuente.

Este dolor, que empieza de forma sutil, podría ser la primera señal de una dolencia que los médicos conocen muy bien, aunque ahora con un nuevo culpable. La epidemia silenciosa ya está aquí, afectando a miles de personas que asocian el malestar a un mal gesto o al cansancio sin más. Pero la realidad es más compleja, porque esta lesión por sobrecarga de los tendones del pulgar se conoce como tenosinovitis de De Quervain y su incidencia se ha disparado. Sigue leyendo y descubre si eres una de las víctimas.

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¿QUÉ LE ESTÁ PASANDO REALMENTE A TU MANO?

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Puede que lo notes al coger una taza o al girar una llave, gestos que antes eran indoloros. La causa es una inflamación de la vaina que recubre los tendones del pulgar, y aunque no es nueva, la ergonomía forzada al escribir en el smartphone ha multiplicado los casos de forma alarmante. Millones de personas en España flexionan el dedo gordo en ángulos antinaturales durante horas, sin ser conscientes del microtraumatismo repetitivo que están generando en la zona.

Esta condición no distingue de edad, pero sí de hábitos, afectando a cualquiera que pase horas chateando con el móvil. La repetición constante del mismo movimiento para enviar mensajes provoca un roce excesivo de los tendones, lo que lleva a su inflamación y al dolor incapacitante. Si no se trata, el dolor puede volverse crónico e interferir gravemente en las actividades cotidianas más simples, convirtiendo el simple acto de abrocharse un botón en una auténtica tortura.

LOS SÍNTOMAS QUE NUNCA DEBERÍAS IGNORAR

Identificar a tiempo esta patología asociada a WhatsApp es clave para evitar que el problema se cronifique y limite por completo la funcionalidad de tu mano. Fuente: Freepik
Identificar a tiempo esta patología asociada a WhatsApp es clave para evitar que el problema se cronifique y limite por completo la funcionalidad de tu mano. Fuente: Freepik

El primer aviso suele ser un dolor punzante en el lado de la muñeca, justo debajo del pulgar. Este malestar se intensifica al realizar movimientos de pinza, como al sujetar el móvil para escribir en la aplicación de Meta o al agarrar objetos pequeños. A menudo, se acompaña de una hinchazón visible en la zona afectada y una sensación de «enganche» o crepitación al mover el dedo, como si algo rozara o se atascara en el interior.

Otro síntoma característico es la pérdida de fuerza en la mano, que te impide sostener objetos con la misma firmeza que antes. Este debilitamiento progresivo es una señal de que los tendones están sufriendo y necesitan un respiro urgente del uso del smartphone. Si notas que se te caen las cosas o que te cuesta girar el pomo de una puerta, es fundamental que prestes atención a estas señales que tu cuerpo te envía, ya que ignorarlas solo agravará la inflamación.

LA PRUEBA CASERA QUE DESVELARÁ SI LO SUFRES

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Se conoce como la maniobra de Finkelstein y es una técnica que los especialistas utilizan para el diagnóstico. Cierra el puño con el pulgar dentro de los demás dedos, como si lo estuvieras «atrapando». Una vez hecho esto, la prueba es positiva si al inclinar la muñeca hacia el lado del dedo meñique sientes un dolor agudo e intenso en la base del pulgar. Este gesto estira los tendones inflamados, provocando una reacción inmediata si la patología está presente.

Si has sentido ese pinchazo agudo, es una señal inequívoca de que algo no va bien en esa zona. No es una simple molestia pasajera por un mal gesto, sino un indicio claro de una posible lesión por el uso continuado de la aplicación de mensajería. Aunque esta prueba es muy reveladora, el diagnóstico definitivo siempre debe ser realizado por un profesional médico, quien podrá confirmar la lesión y descartar otras posibles causas del dolor.

¿HAY VIDA MÁS ALLÁ DEL DOLOR? TRATAMIENTOS Y PREVENCIÓN

La buena noticia es que el 'dedo de WhatsApp' tiene solución, pero requiere un cambio de hábitos y, en muchos casos, la intervención de un especialista para recuperar la salud de tu mano. Fuente: Freepik
La buena noticia es que el ‘dedo de WhatsApp’ tiene solución, pero requiere un cambio de hábitos y, en muchos casos, la intervención de un especialista para recuperar la salud de tu mano. Fuente: Freepik

El primer paso, y el más evidente, es reducir la actividad que causa el problema: el uso intensivo del móvil para enviar mensajes. Los expertos recomiendan limitar el tiempo de escritura, utilizar más las notas de voz o escribir con otros dedos. Además, el tratamiento inicial suele incluir reposo, aplicación de frío local y el uso de antiinflamatorios para bajar la hinchazón y aliviar el dolor, medidas sencillas pero muy efectivas en las fases tempranas.

Si el dolor persiste, es posible que tu médico te recomiende utilizar una férula para inmovilizar el pulgar y la muñeca, permitiendo que los tendones descansen y se recuperen. La fisioterapia también juega un papel crucial, con ejercicios específicos de estiramiento y fortalecimiento. En los casos más severos y que no responden a otros tratamientos, se puede recurrir a infiltraciones de corticoides o incluso a una intervención quirúrgica, una opción que se reserva para situaciones límite.

ADAPTA TU MÓVIL Y EVITA CONVERTIRTE EN LA PRÓXIMA VÍCTIMA

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Intenta sostener el teléfono de una manera más ergonómica, apoyándolo sobre una superficie siempre que sea posible en lugar de sujetarlo con una sola mano durante largos periodos. Alternar los dedos con los que escribes o usar ambas manos puede distribuir la carga y evitar la sobrecarga del pulgar. Pequeños gestos como este, realizar pausas frecuentes para estirar las manos y los dedos, son fundamentales para relajar la tensión acumulada en los tendones y prevenir su inflamación.

Además, considera utilizar herramientas de dictado por voz o teclados predictivos que reduzcan la necesidad de teclear constantemente al chatear con el móvil. La clave está en ser consciente del tiempo que pasas en la aplicación y de la postura que adoptas. La tecnología no es el enemigo, sino su uso desmedido y sin precauciones, porque modificar ligeramente nuestros hábitos diarios puede marcar la diferencia entre una mano sana y una lesión crónica, permitiéndonos seguir conectados sin sacrificar nuestro bienestar físico.



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