lunes, 8 septiembre 2025

Diego Wolta (39), ingeniero: «La IA no te va a quitar el trabajo, salvo que tengas estas 3 profesiones»

Los nuevos roles profesionales se enfocarán más en la supervisión, la estrategia y la dirección de las herramientas de IA que en la ejecución directa de las tareas. La adaptación y el desarrollo de habilidades puramente humanas, como la empatía, el pensamiento crítico y el liderazgo, serán la clave para el futuro laboral.

La IA ha dejado de ser una promesa de ciencia ficción para convertirse en el fantasma que recorre las oficinas de medio mundo. El debate sobre su impacto en el empleo es constante, pero la verdadera amenaza no es para todos los trabajadores por igual, según advierten los expertos que más saben de su evolución. Estos algoritmos inteligentes están redefiniendo las reglas del juego a una velocidad que nos cuesta asimilar y que nos obliga a mirar de frente nuestro propio futuro profesional.

Muchos respiran aliviados pensando que su puesto es demasiado creativo o complejo para ser sustituido por una máquina. Sin embargo, Diego Wolta, un ingeniero que lleva años investigando sus aplicaciones, señala que hay tres profesiones concretas que tienen los días contados por culpa de la nueva IA generativa. ¿!– /wp:paragraph –>

EL MAPA LABORAL HA CAMBIADO PARA SIEMPRE

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No es la primera vez que la humanidad se enfrenta a una revolución industrial, pero la velocidad de esta es absolutamente vertiginosa. Lo que antes llevaba décadas en transformarse, ahora los sistemas automatizados lo cambian en cuestión de meses, sin darnos tiempo a reaccionar. La capacidad de aprendizaje de estas herramientas redefine por completo lo que hasta ayer mismo considerábamos como un trabajo cualificado e insustituible, dejando a muchos profesionales en una situación de vulnerabilidad.

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El gran cambio que trae la IA es que no solo afecta a los trabajos manuales o a las tareas más repetitivas. Por primera vez en la historia, y aquí reside la verdadera clave del asunto, las profesiones creativas y de conocimiento están en el punto de mira de este avance tecnológico imparable. Esto nos obliga a todos a repensar por completo cuál es nuestra verdadera aportación de valor en un mercado laboral que ya no volverá a ser el mismo.

¿DISEÑADORES GRÁFICOS? LA CREATIVIDAD YA NO ES HUMANA

El sector del diseño, hasta ahora un refugio seguro para el talento y la visión humana, se ve directamente desafiado por una IA capaz de generar imágenes impactantes. Fuente: Freepik
El sector del diseño, hasta ahora un refugio seguro para el talento y la visión humana, se ve directamente desafiado por una IA capaz de generar imágenes impactantes. Fuente: Freepik

Crear un logo, una ilustración para una campaña o la portada de una revista era un proceso casi artesanal que requería horas de talento. Ahora, con una simple descripción de texto, los modelos de lenguaje pueden generar cientos de propuestas visuales en segundos, listas para ser utilizadas. Esto dinamita por completo los cimientos de la industria creativa tal y como la conocíamos, abriendo un debate sobre el verdadero origen de la creatividad.

Según Wolta, el futuro del diseñador no será empuñar el lápiz digital, sino susurrarle al oído a la IA para que haga el trabajo. El nuevo rol se parecerá más al de un director de arte que supervisa y refina los resultados que ofrece esta nueva tecnología, dejando la ejecución a la máquina. ¿Quién necesita a un creador desde cero cuando puede tener a un afinador de resultados que ya son casi perfectos y se consiguen al instante?

PICAR CÓDIGO ES COSA DEL PASADO: PROGRAMADORES EN JAQUE

La programación, uno de los pilares de la era digital, se encuentra con la enorme paradoja de que la IA que ayudaron a crear ahora amenaza sus propios puestos de trabajo. Fuente: Freepik
La programación, uno de los pilares de la era digital, se encuentra con la enorme paradoja de que la IA que ayudaron a crear ahora amenaza sus propios puestos de trabajo. Fuente: Freepik

Parecía una profesión blindada, el lenguaje de los nuevos dioses digitales con sueldos de escándalo, pero la realidad es tozuda. Las herramientas de IA más avanzadas ya son capaces de escribir código limpio y funcional mucho más rápido que un humano, iniciando la verdadera revolución de las máquinas. Incluso pueden detectar errores y proponer soluciones con una eficiencia que asusta hasta a los programadores más veteranos y experimentados del sector.

El programador que se limita a traducir ideas a líneas de código tiene un problema muy serio, y es que la IA ya lo hace mejor. La salvación, según Wolta, está en convertirse en un arquitecto de sistemas, alguien que diseña las estructuras complejas que luego los cerebros digitales rellenarán de forma automática. Dejar de ser el albañil para ser el arquitecto; esa parece ser la única salida posible para no quedarse obsoleto.

SECRETARÍA Y GESTIÓN: LAS TAREAS QUE LA MÁQUINA DOMINA

Las labores administrativas y de secretaría, basadas en gran medida en la organización y la repetición de tareas, son el objetivo perfecto para la aplastante eficiencia de la IA. Fuente: Freepik
Las labores administrativas y de secretaría, basadas en gran medida en la organización y la repetición de tareas, son el objetivo perfecto para la aplastante eficiencia de la IA. Fuente: Freepik

Agendar reuniones, filtrar correos electrónicos importantes, redactar informes rutinarios o transcribir audios son un festín para la automatización inteligente. Un asistente virtual bien entrenado puede gestionar la agenda de todo un departamento sin cometer un solo error y sin necesidad de pausas para el café. La eficiencia que ofrecen estas herramientas es simplemente imbatible, y contra eso es muy difícil competir con métodos tradicionales.

Siempre se dirá que el toque humano es insustituible, pero ¿en qué queda exactamente ese famoso valor añadido? La IA puede incluso anticiparse a las necesidades de un directivo, por lo que el factor humano se reduce a la gestión de imprevistos complejos y las relaciones interpersonales más delicadas. Estos algoritmos inteligentes están aprendiendo incluso a ser proactivos, dejando cada vez menos espacio a la intervención humana.

ENTONCES, ¿QUÉ NOS QUEDA? LA OPORTUNIDAD OCULTA

Más allá del apocalipsis laboral que algunos vaticinan, la adaptación a la nueva era de la IA abre un nuevo mundo de posibilidades para quienes sepan verlas a tiempo. Fuente: Freepik
Más allá del apocalipsis laboral que algunos vaticinan, la adaptación a la nueva era de la IA abre un nuevo mundo de posibilidades para quienes sepan verlas a tiempo. Fuente: Freepik

Si la creatividad visual, el código y la organización de tareas están siendo automatizados, la pregunta es inevitable: ¿qué nos queda por hacer? La clave, según los expertos como Wolta, reside en potenciar habilidades puramente humanas como el pensamiento estratégico, la empatía o el liderazgo de equipos. La tecnología generativa puede ejecutar las órdenes, pero de momento no puede trazar el plan maestro ni gestionar las emociones de una plantilla.

El futuro no parece ser una lucha del hombre contra la máquina, sino una simbiosis donde cada uno aporte lo que mejor sabe hacer. La verdadera revolución será aprender a colaborar con una IA que actuará como un copiloto superdotado en casi cualquier tarea, gracias a este avance tecnológico. Quizás el miedo no debería centrarse en qué trabajos desaparecerán, sino en quiénes de nosotros no sabremos o no querremos adaptarnos a tiempo a este nuevo escenario.


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