Durante agosto, los precios de los alimentos ofrecieron un respiro mínimo tras meses de tensión en los bolsillos de los consumidores. El último análisis del Observatorio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) revela que la cesta registró una ligera bajada del 0,21%, aunque la realidad es más compleja: frutas, verduras y carnes continúan entre los productos más castigados, con incrementos interanuales de hasta el 17%.
La estabilidad del IPC (Índice de Precios al Consumo), que en agosto se situó en el 2,7%, contrasta con el encarecimiento acumulado en los supermercados. Según la OCU, en apenas cuatro años, los alimentos son un 33% más caros. Mientras tanto, la retirada de la rebaja del IVA a comienzos de 2025 ha dejado a muchas familias sin un alivio clave, especialmente en productos tan necesarios como carne y lacteos.
5Cómo ahorrar en un contexto de precios altos

La OCU también recuerda que, aunque los supermercados hayan elevado sus precios en los últimos años, la elección del establecimiento puede marcar la diferencia. En su último estudio anual, la organización identificó notables diferencias entre cadenas y, además, ofrece a los consumidores una calculadora online para encontrar el supermercado más barato en cada barrio.
La clave está en comparar y planificar. Escoger marcas blancas, aprovechar promociones y optar por productos de temporada puede ayudar a reducir la factura final. No obstante, la OCU señala que el ahorro más relevante se consigue eligiendo bien dónde comprar.
El consumidor español se enfrenta a un escenario en el que la inflación general parece bajo control, pero la alimentación mantiene tensiones propias. En este contexto, contar con herramientas de información claras y fiables se convierte en la mejor defensa para cuidar tanto el bolsillo como la calidad de la dieta.