martes, 9 septiembre 2025

7 consejos de la OCU para sobrevivir a la cuesta escolar de septiembre

El comienzo de septiembre marca el inicio del nuevo curso escolar, y tal y como afirma la OCU, esto se traduce en una serie de gastos y organización familiar. Para muchos hogares que tienen hijos en edad escolar, este mes se convierte en una auténtica «cuesta de septiembre» que pone a prueba la economía del hogar. Zapatos, chándales, mochilas, cuadernos, material escolar y hasta dispositivos electrónicos conforman una lista interminable. Si le sumamos matrículas, comedor, actividades extraescolares, cuotas de asociaciones de padres, la cifra puede superar los 2.000 euros anuales por alumno.

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SEPTIEMBRE COMO UNA OPORTUNIDAD

7 consejos de la OCU para sobrevivir a la cuesta escolar de septiembre
Fuente: Freepik

No sólo el gasto, sino que septiembre puede ser también un mes para recuperar esas rutinas saludables. Según la OCU, el arranque del curso sirve como ocasión para emprender nuevas rutinas saludables y hacer de los hijos unos comensales más equilibrados. Sustituir la bollería industrial y las bebidas azucaradas por fruta, frutos secos, leche o bocadillos caseros de pan integral no solo es la opción más saludable para los niños y puede serla también más económica a medio plazo.

Encima, introducir a los niños en dinámicas de consumo responsable es un aprendizaje que excede lo meramente económico. Explicarles por qué se reaprovecha una mochila, cómo es todo el proceso del intercambio de libros, la importancia de cuidar los objetos para que sean más objetos duraderos les ayuda a comprender tanto el valor del dinero como el del medio ambiente. En ese sentido, estas pequeñas lecciones se encuentran al mismo nivel educativo que las matemáticas o la lengua.

Simultáneamente, las familias pueden utilizar septiembre para fortalecer su organización financiera. Para ello, establecer un presupuesto del curso escolar y desglosarlo en distintas partidas significa poder preverlo y así evitar sorpresas, facilitando la toma de decisiones para el año en curso. Así, en lugar de considerar septiembre como un mes en el que todo resulta un verdadero empujón, se convierte en un mes comprensible del presupuesto familiar.

Por otra parte, conviene no olvidar que el ahorro no siempre está en gastar menos; muchas veces el ahorro está en gastar mejor. Gastar en productos de calidad, por ejemplo, aunque suponga un desembolso inicial mayor, puede suponer económicamente un ahorro a la larga al evitar la reposición mayor del producto en el tiempo. Por ejemplo, un buen calzado escolar aprovecha todo el curso, al contrario de un par más barato que se tiene que ir renovando al cabo de 3 meses.

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