La separación de Kiko Rivera e Irene Rosales sigue acaparando titulares y análisis en todos los medios. Aunque ambos han querido transmitir la imagen de una ruptura amistosa y pactada, lo cierto es que los rumores sobre los verdaderos motivos no dejan de circular. En este contexto, la psicóloga y experta en terapia de parejas Lara Ferreiro ha arrojado luz sobre lo que, según ella, ha sido el verdadero motor de este matrimonio durante casi una década: la paciencia de Irene. “Ese matrimonio ha seguido adelante porque Irene lo ha aguantado todo”, asegura la especialista, dejando claro que el peso de la relación habría recaído sobre la sevillana durante todos estos años.
2¿Qué hay detrás del exmatrimonio?

La psicóloga también apunta a un factor económico como otro de los detonantes. Según explica, Irene se habría sentido decepcionada porque Kiko Rivera nunca le garantizó una seguridad patrimonial, lo que le generó inseguridad a nivel personal y familiar. Para Ferreiro, esta conducta responde al conocido “Síndrome Peter Pan”: “Es un hombre inmaduro, un niño atrapado en un cuerpo de hombre, con dificultades para mantener compromisos estables”. En este contexto, Irene habría perdido la admiración hacia su marido, algo que para la experta suele marcar el punto de no retorno en muchas parejas.
Aun así, Ferreiro insiste en que se trata de una separación “pensada y premeditada”. Sin embargo, no descarta la posibilidad de una futura reconciliación si ambos empiezan a echarse de menos con el tiempo. “Las parejas que han vivido tantos altibajos a veces tienden a volver por costumbre o por dependencia emocional”, explica. Pese a todo, considera que en esta ocasión la balanza se inclina más hacia la independencia de Irene, que parece decidida a dar un giro a su vida después de años en los que se volcó por completo en su marido y en sus hijos.
La psicóloga recuerda que la pérdida de los padres de Irene en un corto periodo de tiempo fue un punto de inflexión en su carácter. “Ahora veo a una mujer empoderada que no está dispuesta a aguantar ciertas cosas”, asegura. Según Ferreiro, la sevillana ha dejado atrás su faceta más vulnerable para convertirse en una persona más consciente de lo que quiere y lo que no está dispuesta a tolerar. Al mismo tiempo, resalta que Irene Rosales ha tenido una gran dependencia emocional, pero que su papel como “pilar de la familia” la llevó a priorizar la estabilidad del núcleo familiar hasta que llegó el momento de poner límites.