Valle Salvaje despliega la intriga en su episodio 246, el que se emite el miércoles 3 de septiembre. En el nuevo capítulo, las seguridades se tambalean, mientras que las miradas empiezan a abrirse a los rincones más sombríos de la mansión. La muerte de Julio, que hasta ahora se consideraba como un accidente no previsto, empieza a mostrarse como un asesinato premeditado. Rafael y Adriana, empujados por la sospecha y la necesidad de desentrañar lo sucedido, abren una peligrosa puerta: la posibilidad de que un asesino ande libre entre ellos.
1LA VERDAD QUE UNE Y CONDENA EN VALLE SALVAJE

Rafael en «Valle Salvaje», el personaje interpretado por Marco Pernas, empieza a ir despojándose de las inquietudes que le atormentaban desde el fallecimiento de su hermano. Lo que pudiera parecer un sacudón del destino empieza a convertirse en asesinato encubierto. La luz llega cuando comparte con Adriana, interpretada por Rocío Suárez de Puga, las pistas que ha ido recogiendo. Ambos concuerdan: Julio no murió accidentalmente, alguien le manipuló la copa.
La investigación de Rafael se convierte en una carrera contra reloj, puesto que sabe que, si está acertado, el asesino todavía está en Valle Salvaje. Por tanto, esto supone un peligro para quien investiga y, además, abre un juego macabro en el que la familia entera se transforma en objetivo potencial. La tensión aumenta cuando sus primeras pistas le llevan a la persona equivocada, desviando el foco, creando el humo de la cortina a la suerte del verdadero culpable.
En este sentido, Rafael busca ayuda en los lugares menos esperados donde cada confidencia aparece como una ola de desconfianza y obliga a los protagonistas a desplazarse en silencio, calculando sus pasos, asistiendo a cada declaración conrecelo, sabiendo que cada palabra pronunciada en el momento inoportuno puede revertirse en su contra.