En apenas unos días, más de ocho millones de alumnos en España volverán a llenar las aulas. Para las familias, este regreso no solo implica rutinas y horarios, sino también un gasto considerable que se repite cada septiembre. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) las familias deben enfrentar la compra de libros, uniformes, mochilas, material escolar y, en muchos casos, dispositivos electrónicos.
De acuerdo con los últimos datos de la OCU, la cuesta de septiembre es cada vez más empinada: equipar a un niño para el nuevo curso puede superar fácilmente los 700 euros de media. Una cifra que obliga a muchas familias a planificar con detalle y a buscar alternativas para no resentir tanto la economía doméstica. En este artículo te contaremos cuales son los tips que brinda la organización para no sufrir el golpe económico que significa la vuelta a clases.
2El peso de los uniformes y la presión de la moda

El uniforme escolar merece un capítulo aparte. No todos los colegios lo exigen, pero en aquellos donde sí es obligatorio, el gasto medio por niño se sitúa entre 150 y 250 euros solo para empezar. La cifra se dispara si se suman abrigos, zapatos o prendas deportivas específicas.
En este punto, la OCU recomienda a los padres revisar primero lo que ya tienen en casa. Muchas veces, una camisa o un pantalón de la temporada anterior pueden seguir siendo útiles. El consejo parece obvio, pero en la práctica, la presión social y la idea de estrenar hacen que se acaben comprando prendas que quizá no son imprescindibles.
Para las familias cuyos hijos no llevan uniforme, el reto es diferente. La moda infantil y juvenil impone tendencias que cambian cada temporada, lo que se traduce en un desembolso mayor. Aquí cobra sentido la recomendación de planificar con antelación y comprar solo lo realmente necesario, algo que la OCU insiste en recordar cada año.