El vinagre ha acompañado a los seres humanos desde los tiempos más antiguos de existencia. Su campo de aplicación va desde la cocina hasta la limpieza del hogar, convirtiéndolo en una especie de producto fundamental tanto en la despensa como en el armario donde están los diferentes productos de limpieza para los hogares. Lo que ignoran muchos es que no todo vinagre es uno más ni el mismo que lo anterior y que esa falta de discernimiento puede poner en peligro la salud de las personas. La OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) es la que ha lanzado hace muy poco la alerta sobre la confusión del vinagre alimentario con el vinagre de limpieza.
2EL LADO OSCURO DEL VINAGRE DE LIMPIEZA SEGÚN LA OCU

El porcentaje de ácido acético es lo que hace que el vinagre de limpieza se haya convertido en un producto atractivo a la hora de realizar las tareas del hogar. La capacidad desincrustante del vinagre de limpieza permite eliminar la cal que se acumula en los grifos y en las duchas, sacar el moho de los azulejos e incluso dejar relucir el acero inoxidable, entre otros usos.
Pero esa misma capacidad segun «La OCU», es, a la vez, lo que convierte al vinagre de limpieza en un producto de riesgo cuando se aplica sin precauciones. La OCU advierte que nunca debe entrar en contacto con la boca, el cabello o la piel, ya que cualquier concentración superior al 10 % de ácido acético puede provocar quemaduras o irritaciones. La inhalación de los vapores de vinagre de limpieza en espacios cerrados también puede resultar molesto y generar problemas respiratorios.
Uno de los errores más habituales es pensar que, al tratarse de un producto “natural”, el vinagre no representa peligroso. Nada más lejos de la realidad. La naturalidad de un producto no garantiza su inocuidad y el vinagre de limpieza es un buen ejemplo de lo que puede hacer un compuesto sencillo en altas dosis.