martes, 2 septiembre 2025

Giro radical en la vida de Rocío, la hija de Michu y José Fernando: dinero y colegio privado

La vida de Rocío, la hija de Michu y José Fernando Ortega Mohedano, ha dado un giro radical en las últimas semanas tras el fallecimiento de su madre. La pequeña, de apenas ocho años, inicia ahora una nueva etapa que marcará su infancia y su futuro. Lo que parecía una incógnita en un primer momento —dónde iba a vivir la niña, con quién, y en qué condiciones crecería— se ha resuelto finalmente con una decisión que la sitúa en el centro de la vida mediática de su familia paterna. Desde ahora, Rocío residirá en Madrid, en la casa de su abuelo José Ortega Cano y de su tía Gloria Camila, y además se ha confirmado que será matriculada en un colegio privado, lo que garantiza un entorno distinto al que conocía hasta el momento y que simboliza el cambio de rumbo que da su historia personal.

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José Fernando se ocupará de su hija

Michu y José Fernando posando. (Foto: Instagram)

La decisión, sin embargo, no ha estado exenta de tensiones. La madre de Michu, Inmaculada Rodríguez, ha mostrado sentimientos encontrados al conocer que su nieta comenzará una vida alejada de ella. Por un lado, se ha mostrado conforme con respetar la voluntad de su hija, reconociendo que si Michu así lo quiso, no puede hacer más que aceptarlo. “Si Michu quiso, pues nada. Encantada de la vida. Bueno, yo le he dicho que si fue la voluntad de ella, pues bendita sea, ¿no? Que bien, que siempre la voy a apoyar y ya está”, declaró emocionada en sus primeras palabras. Por otro lado, la abuela recalcó la tristeza que le supone dejar de convivir con la niña, con la que mantenía un vínculo muy estrecho. Recordó que Rocío solía decirle que estaría con ella “hasta el día que muriera”, un lazo afectivo que ahora se ve obligado a transformarse en visitas periódicas y vacaciones compartidas.

Inmaculada ha dejado claro que no piensa renunciar a estar presente en la vida de su nieta. Expresó públicamente su intención de pedir sus derechos como abuela para que Rocío pueda pasar temporadas con ella en verano, en Navidad y en otros periodos señalados. Confía en que la familia Ortega Cano no se oponga a ello y espera mantener un contacto continuo con la niña para que no pierda la conexión con sus raíces maternas. Además, se mostró sorprendida al saber que todo el patrimonio quedará en manos de la niña, pues en algún momento se había rumoreado que Michu podría haberla nombrado a ella como heredera. “Yo no he visto testamento ninguno, ¿vale? Pero no me lo esperaba, porque pensaba que todo iba a ser para su hija. Todo tenía que ser para Rocío. El día de mañana Rocío va a necesitar un techo, ¿no?”, explicó.

El destino de Rocío en Madrid supone también un cambio en la dinámica de la familia Ortega Cano. José Fernando, el padre de la niña, permanece ingresado en un centro de salud mental, lo que le impide asumir directamente el cuidado de su hija. En su ausencia, la responsabilidad recae en su padre, el torero retirado, y en su hermana Gloria Camila, que se convierte en una figura clave para la estabilidad de la menor. Ambos han manifestado su compromiso de cuidar y educar a Rocío, ofreciéndole el entorno familiar que necesita en un momento tan delicado. Para Ortega Cano, la presencia de su nieta en casa es también una forma de mantener vivo el legado de su hijo y de Rocío Jurado, que ya no está.


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