Adoptar un estilo de vida saludable puede marcar una gran diferencia en la prevención de enfermedades crónicas. Ahora, un nuevo ensayo clínico en España revela que la combinación de la dieta mediterránea, la reducción de calorías y el aumento de la actividad física disminuye en un 31% el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en adultos mayores con sobrepeso u obesidad.
Los resultados, publicados en la revista científica The Annals of Internal Medicine, confirman lo que muchos expertos ya intuían: el verdadero éxito no está en una sola medida, sino en la sinfonía de buenos hábitos que, mantenidos en el tiempo, generan un impacto real en la salud. En este artículo te contaremos por qué la dieta mediterránea, siempre que esté acompañada de buenos habitos, puede ser muy beneficiosa para la salud.
3Además de la dieta mediterránea, la importancia del movimiento como eje central de la salud

La alimentación fue solo una pieza del rompecabezas. Los participantes también recibieron un plan de actividad física que incluía caminatas rápidas o ejercicio aeróbico durante 45 minutos al día, seis días por semana, además de dos o tres sesiones semanales de entrenamiento de fuerza y equilibrio.
Este enfoque integral se apoya en la evidencia de que el sedentarismo está estrechamente ligado a la resistencia a la insulina, un estado previo a la diabetes tipo 2. Al moverse más, el cuerpo mejora su sensibilidad a esta hormona, reduce la inflamación y controla mejor los niveles de glucosa en sangre.
Elizabeth Selvin, profesora de epidemiología en Johns Hopkins, explicó que factores como la dieta y el ejercicio son claves no solo para la prevención de la diabetes, sino también para reducir riesgos cardiovasculares. Sin embargo, estudios tan largos y con intervenciones múltiples son difíciles de realizar, lo que da más valor a este ensayo español.