Adoptar un estilo de vida saludable puede marcar una gran diferencia en la prevención de enfermedades crónicas. Ahora, un nuevo ensayo clínico en España revela que la combinación de la dieta mediterránea, la reducción de calorías y el aumento de la actividad física disminuye en un 31% el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en adultos mayores con sobrepeso u obesidad.
Los resultados, publicados en la revista científica The Annals of Internal Medicine, confirman lo que muchos expertos ya intuían: el verdadero éxito no está en una sola medida, sino en la sinfonía de buenos hábitos que, mantenidos en el tiempo, generan un impacto real en la salud. En este artículo te contaremos por qué la dieta mediterránea, siempre que esté acompañada de buenos habitos, puede ser muy beneficiosa para la salud.
1Un estudio que refuerza la evidencia sobre la dieta mediterránea

El ensayo nacional es uno de los más amplios de su tipo. Se siguió a casi 5.000 personas de entre 55 y 75 años con síndrome metabólico, un conjunto de factores de riesgo que incluye exceso de grasa abdominal, glucosa elevada y presión arterial alta. Todos los participantes partieron sin antecedentes de diabetes ni enfermedades cardiovasculares, lo que permitió observar de manera más clara el efecto de las intervenciones.
Los voluntarios fueron divididos en dos grupos. El primero recibió educación y seguimiento intensivo: nutricionistas que les orientaban sobre cómo aplicar la dieta mediterránea, recomendaciones para reducir calorías y un programa de ejercicio físico regular. El segundo grupo solo fue instruido en los principios básicos de esta alimentación, con menos encuentros de seguimiento.
Seis años después, la diferencia fue notable. El grupo de intervención perdió más de tres kilos en promedio y redujo su cintura en 3,5 cm. Pero lo más importante fue que desarrollaron un 31% menos casos de diabetes tipo 2 que el grupo de control, lo que se traduce en tres diagnósticos evitados por cada cien personas.