En pocos meses, España dirá adiós a uno de los elementos más reconocibles en caso de avería en carretera: los triángulos de emergencia. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha confirmado que, a partir del 1 de enero de 2026, será obligatorio sustituirlos por la luz V-16 conectada, un dispositivo que permite avisar al resto de conductores sin necesidad de abandonar el vehículo.
El cambio no es menor. La medida busca reducir el número de atropellos mortales que cada año se producen cuando los conductores bajan al arcén para colocar los triángulos. Entre 2019 y 2022, 42 personas fallecieron en esas circunstancias, una estadística que la DGT quiere dejar atrás con esta nueva norma. Si bien esta medida será obligatoria, algunos conductores no estarán obligados a respetarla.
4La estrategia de modernización de la DGT

Este cambio no se entiende de manera aislada. Forma parte de una estrategia más amplia de la DGT para modernizar los sistemas de señalización en carretera y reducir riesgos en los momentos más críticos.
En los últimos años, el organismo ha promovido otras medidas orientadas a mejorar la seguridad de los conductores y motoristas. Un ejemplo claro es la obligación, vigente desde 2024, de que los motoristas utilicen casco integral o modular y guantes homologados en carretera.
La introducción de la V-16 responde al mismo espíritu: reducir la exposición al peligro en situaciones de emergencia. La conexión directa con la plataforma DGT 3.0 no solo permite advertir a otros vehículos en circulación, sino también generar un mapa dinámico de incidencias que agiliza la gestión del tráfico.