En pocos meses, España dirá adiós a uno de los elementos más reconocibles en caso de avería en carretera: los triángulos de emergencia. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha confirmado que, a partir del 1 de enero de 2026, será obligatorio sustituirlos por la luz V-16 conectada, un dispositivo que permite avisar al resto de conductores sin necesidad de abandonar el vehículo.
El cambio no es menor. La medida busca reducir el número de atropellos mortales que cada año se producen cuando los conductores bajan al arcén para colocar los triángulos. Entre 2019 y 2022, 42 personas fallecieron en esas circunstancias, una estadística que la DGT quiere dejar atrás con esta nueva norma. Si bien esta medida será obligatoria, algunos conductores no estarán obligados a respetarla.
3Coste, sanciones y recomendaciones

Uno de los puntos que más debate ha generado es el precio del nuevo dispositivo. En el mercado, la luz V-16 conectada homologada oscila entre 40 y 60 euros, una inversión que para muchos puede parecer elevada en comparación con los triángulos tradicionales.
Pese a ello, expertos en seguridad vial defienden su implementación como un gasto justificado que, en última instancia, puede salvar vidas. Frente a la vulnerabilidad que supone caminar por el arcén, el sistema garantiza una advertencia inmediata y segura al resto de conductores.
La DGT ha establecido que circular sin este dispositivo obligatorio a partir de 2026 podrá conllevar multas de hasta 200 euros, aunque sin pérdida de puntos en el carné. Además, recomienda conservar los triángulos en el maletero para quienes viajen al extranjero, ya que en muchos países europeos siguen siendo de uso legal y exigido.