Rocío Carrasco vuelve a ser protagonista de la actualidad mediática, pero en esta ocasión no lo hace por los enfrentamientos familiares que tantas veces han marcado su vida, sino por un paso firme en el terreno profesional que implica un reto inesperado y una separación física de la persona más importante para ella. La hija de Rocío Jurado y su marido, Fidel Albiac, tendrán que vivir alejados durante unos meses, ya que la heredera universal de “La más grande” ha aceptado la oferta de TVE para participar en el nuevo reality “Hasta el fin del mundo”. Se trata de un concurso con un formato de aventura que recuerda al clásico “Pekín Express” y que exigirá a los concursantes recorrer más de 16.000 kilómetros en América Latina en condiciones de gran dureza. Una experiencia que ha devuelto la ilusión a Rocío y que, al mismo tiempo, la obliga a separarse de Fidel, con quien siempre se ha mostrado inseparable desde que comenzaron su relación en 1999.
3Las dudas sobre Rocío Carrasco

La gran incógnita ahora es cómo afrontará Rocío esta separación prolongada en un contexto tan exigente. Para alguien acostumbrada a vivir rodeada de cámaras pero en un entorno controlado, enfrentarse a la incertidumbre de la aventura supone salir de su zona de confort. El hecho de estar varios meses sin regresar a casa ni reencontrarse con Fidel representa una experiencia inédita para ella, pero también una oportunidad para mostrar a la audiencia una versión distinta, más resiliente y luchadora.
En definitiva, Rocío Carrasco se embarca en un reto profesional que la mantendrá físicamente separada de Fidel Albiac, pero no emocionalmente. Su participación en “Hasta el fin del mundo” no solo le permite regresar a la televisión en un formato diferente, sino que también le brinda la ocasión de demostrar que puede superar límites personales que hasta ahora no se había planteado. La distancia será dura, y la añoranza inevitable, pero Rocío parece convencida de que esta experiencia no hará más que reforzar su vida personal y profesional. La separación física de Fidel no significa una ruptura, sino un paso necesario en una etapa en la que Rocío busca reencontrarse consigo misma a través de un viaje tan incierto como apasionante.