Según informa la OCU, en los últimos años, el aceite de coco se ha alzado como uno de los ingredientes estrella de la cosmética natural (se usa no solo en cremas faciales, lociones para el cuerpo y mascarillas capilares, sino que ha alcanzado una fama tan rápida y veloz como un producto que hay que usar sí o sí como hidratante, nutritivo y suavizante de la piel) pero, ¿qué hay detrás de esta repentina y constante popularidad? ¿Estamos antes un aliado real del cuidado de la piel o antes un mito más dentro de las tendencias de la belleza?
3VENTAJAS, LIMITACIONES Y ALTERNATIVAS

Si bien no logró desbancar a los aceites naturales ya que tampoco podría considerarse un ingrediente prescindible. Su mayor cualidad es que porque al ser un producto puro y sólo de coco, presenta un bajo riesgo de causar alergias o irritaciones, haciéndolo así una opción interesante a tener en cuenta para personas con piel sensible o dermatitis atópica siempre y cuando se testee previamente en una pequeña zona de la piel.
Otra de las propiedades a tener en cuenta, es que el aceite de coco contiene ácido láurico que le aportan propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias poco potentes que pueden ofrecer algún beneficio sobre las pieles que suelen irritarse. Aunque no todo son ventajas, ya que el aceite de coco no es aconsejable para pieles grasas o con tendencia acneica dado su potencial oclusivo que puede bloquear los poros y dar lugar a brotes.
La clave para entender sus limitaciones está dada por el tipo de acción que ejerce sobre la piel. En este sentido, el aceite de coco se comporta como un oclusor, es decir, como el que permite retener la humedad que ya está presente en la epidermis. Por contra, la mayoría de cremas o lociones corporales de calidad combinan ingredientes humectantes (glicerina, ácido hialurónico, etc.) que atraen agua y emolientes que suavizan y alisan; es la sinergia lógica entre distintos mecanismos lo que explica que los productos formulados tienden a proporcionar una hidratación más completa y duradera.
En definitiva, el aceite de coco no es un fraude, pero tampoco es un milagro. Puede formar parte de una rutina de cuidado, en especial para quienes buscan fórmulas simples y naturales, pero está lejos de ser una de las mejores opciones que ofrece el mercado; en el caso de quienes sí quieran una hidratación más profunda y eficaz, la recomendación sigue siendo decantarse hacia lociones corporales con una buena combinación de agentes oclusivos, humectantes y emolientes.