jueves, 28 agosto 2025

La OCU pone al aceite de coco en el punto de mira y manda una advertencia a quienes lo usan

Según informa la OCU, en los últimos años, el aceite de coco se ha alzado como uno de los ingredientes estrella de la cosmética natural (se usa no solo en cremas faciales, lociones para el cuerpo y mascarillas capilares, sino que ha alcanzado una fama tan rápida y veloz como un producto que hay que usar sí o sí como hidratante, nutritivo y suavizante de la piel) pero, ¿qué hay detrás de esta repentina y constante popularidad? ¿Estamos antes un aliado real del cuidado de la piel o antes un mito más dentro de las tendencias de la belleza?

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¿QUÉ ES EL FAMOSO ACEITE DE COCO?

La OCU pone al aceite de coco en el punto de mira: ¿revolución o moda pasajera?
Fuente: Freepik

El aceite de coco, denominado en cosmética como «Cocos nucifera oil», es una grasa vegetal que se obtiene directamente de la pulpa del coco. A diferencia de otros aceites vegetales con consistencia más líquida, a temperatura ambiente el aceite está en estado sólido que, al incrementarse la temperatura, se transforma en líquido. Lo cual no es un detalle menor, sino más bien una propiedad que lo hace considerarlo ingrediente de la industria cosmética por su textura cremosa.

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Son muchos los fabricantes que lo incorporan en cremas, bálsamos o mascarillas o en acondicionadores, ya que lo hace blanco, brillante y le da estabilidad a las fórmulas. Además, su buena resistencia a la oxidación da como resultado una mayor vida de los productos. Su riqueza en ácidos grasos, y especialmente en ácido láurico, junto a la presencia de antioxidantes naturales, sumado a su exposición mediática le refuerza el estatus de ingrediente saludable y polivalente.

Según la base de datos CosIng, la que normativiza y clasifica los ingredientes cosméticos en la Unión Europea, el aceite de coco cumple varias funciones reconocidas: como acondicionador de la piel le aporta suavidad e hidratación; como agente perfumante por el hecho de otorgarle fragancia o neutralizar olores; y como acondicionador capilar, mejorando la textura del cabello. Esta triple utilización ha hecho que su popularidad aumente imparablemente, tanto en productos formulados como en forma pura.

Aparte del campo de cosméticos industriales, el aceite de coco se utiliza directamente como aceite puro aplicado sobre la piel o el cabello. Influencers, terapeutas naturales o especialistas de la belleza hicieron de él un aceite sencillo y «sin químicos añadidos». La naturalidad o pureza de un producto no equivale a que sea realmente más eficaz, algo que la investigación científica ha demostrado en numerosas ocasiones que quizás no es oro todo lo que reluce. Así lo ha querido dejar claro la OCU en su último estudio.

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