La serie de época más destacada de la televisión nacional vuelve mañana, miércoles 27 de agosto, con un estreno que promete sacudir emociones y abrir nuevos interrogantes. «Valle Salvaje» da comienzo a su tercera temporada con la sombra de la muerte sobre sus protagonistas. La inesperada conclusión de la segunda temporada, con la trágica despedida de Julio ( Nacho Olaizola), ha dejado a la audiencia con la mandíbula desencajada, ahora tiene un atisbo de un horizonte dramático agotado de tensión, secretos y pasiones llanamente contenidas.
1UNA HERIDA ABIERTA EN LA CASA GRANDE

El desenlace de la segunda temporada fue para dejar sin aliento en el día en el que Julio, primogénito del duque de Valle Salvaje, fue atrapado en un episodio de aceleración sima tensión narrativa. El capítulo 241 comienza colocándonos en la confusión de las criadas, y la ansiedad de los Gálvez de Aguirre por salvarlo. El espectador se hace partícipe de la ansiedad de quienes vayan a la búsqueda de un médico, en medio de una inminente atmósfera de angustia que iba haciéndose más espesa por los pasillos de la Casa Grande.
La fatalidad de la muerte, finalmente confirmada, golpea duramente a la familia y provoca una onda expansiva que empapa a la Casa Grande, un fuego que va tomando temperaturas humeantes y que va llegando hasta la Casa Pequeña, donde Luisa, precisa, tiene que dar parte a lo que acaba de suceder a Alejo. El joven que ha cogido el campo tras la marcha de Bernardo se queda destrozado, incapaz de asumir la magnitud de lo que acaba de suceder.
La muerte de Julio no representa un nuevo giro para los lectores, lo anterior sucede porque su personaje era un nexo entre dos mundos del valle: la alta aristocracia y el pueblo bajo, no debe olvidarse que la ausencia de Nacho Olaizola significa despedir también un personaje que personifica la lealtad, la nobleza y el afán por romper intersticios. Sin embargo, la desaparición de Julio también produce una grieta que alimentará nuevas tramas: el final de una historia, el asesinato perpetrado por otro u otros o el resultado específico al que se ha llegado determinado por el último personaje.
A raíz de este dolor se hace visible el nacimiento de personajes secundarios. Ana, la criada que parece atesorar la clave de lo sucedido, porta un pesado secreto, ella lo sabe: el silencio puede ser la salvaguarda de uno mismo, la palabra puede cambiar el futuro de todos. La tensión psicológica que rodee a esta joven resulta ser uno de los principales motores narrativos de esta temporada.