Los resultados de Renfe, Ouigo, e Iryo han seguido la misma tendencia los últimos años: Aumenta su total de pasajeros y billetes vendidos, pero deben asumir pérdidas cada vez que presentan datos trimestrales, y todo apunta a que la próxima presentación de resultados repetirá la rutina en las tres empresas. Aun así, aunque con cierta cautela, los analistas que han seguido estas empresas son optimistas, siguen considerando que estas pérdidas son parte de una estrategia de inversión inicial esperada, sobre todo por qué este es el primer año en que las tres empresas operan con toda la capacidad planteado para la primera etapa de la liberalización.
Es que con la llegada de Ouigo, la filial low cost de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses (SNCF), a las rutas andaluzas se completó lo que ADIF había aprobado para el inicio de esta nueva etapa en la alta velocidad nacional. Esto pone a los franceses, a Renfe y a Iryo en la interesante posición de ver cómo se miden cuando compiten con su capacidad desplegada al máximo esperado. Aun así, se espera que la entrada a los números verdes sea a principios del año próximo, al menos si se mantienen sus buenos datos de viajeros.
En particular, es la fecha que los auditores de cada una de las empresas han dado por sentado que 2026 será el año en que pasen a un dato positivo. Es cierto que en el caso de Iryo su última auditoría disponible, realizada por PWC, presentó salvedades sobre el futuro de la empresa por la deuda derivada de sus impuestos diferidos. Al mismo tiempo, desde entonces los destinos y pasajeros de la empresa ítalo-española han crecido, lo que la encamina también a los números verdes el próximo año.

En cualquier caso, esto requiere que no se descarrile el crecimiento de usuarios del sector. De momento el número sigue creciendo año tras año, con más usuarios que nunca en la historia de la seguridad social, la contradicción es que esto ha ocurrido por una caída en los precios que, precisamente, se han traducido en pérdidas económicas para los operadores de la alta velocidad en el país hasta el momento.
DE CRECIMIENTO A ESTABILIDAD
El cambio que los analistas asumen verán las tres empresas el próximo año es precisamente la estabilidad. Con los trenes operando de forma continua en todas las rutas planteadas, con un público y una rutina anuales relativamente predecibles es fácil pensar que 2026 será un año donde la estabilidad en el uso de los trenes de alta velocidad será más importante para Ouigo, Iryo y Renfe que el crecimiento continuo. Es un dato clave también para España, que se suma a la apuesta europea para convertir el tren de alta velocidad en la primera opción para los recorridos donde está disponible, una opción que ven más limpia que el avión o el vehículo particular.
Es un punto clave que explica el proceso de liberalización empujado por Bruselas en España. Al mismo tiempo recuerda también la presión en otros territorios del continente para facilitar una liberalización similar, allí está el caso de Francia, donde a la propia Renfe no se le ha dejado llegar hasta la capital alegando procesos de homologación que se han alargado más de lo esperado por la empresa española.
Pero aun con esta incógnita, la apuesta por la estabilidad es evidente, después de todo incluso el Ministro de Transporte y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha suavizado el tono al hablar sobre la empresa de origen francés. Aunque originalmente la acusó incluso de buscar la quiebra de Renfe e Iryo por sus precios exageradamente bajos, el conflicto parece estar aparcado de momento.
EL VERANO Y LA NAVIDAD DE 2025 CLAVES PARA OUIGO, IRYO Y RENFE EN 2026
En cualquier caso, los viajes que los deben llevar a los resultados positivos en 2026 deben empezar a llegar este año. El verano es la fecha más importante para el turismo interno en el país, todavía el principal mercado de estas empresas, y los datos con los que cierren este año, que se conocerán en unos meses cuando se publique la cantidad de viajeros que han usado los trenes en el mes de agosto.
En esa circunstancia, las empresas del sector también ponen el ojo en la Navidad. Son semanas clave también en los viajes internos, cuando muchos buscan ver a su familia en sus pueblos, y que también definen el año de las plataformas de alta velocidad.