miércoles, 27 agosto 2025

La criminóloga María Aperador advierte: nuestras conversaciones privadas con ChatGPT podrían aparecer en Google

En la actualidad, pocas herramientas generan tanto debate como la inteligencia artificial. Lo que hace apenas unos años parecía una tecnología futurista, hoy forma parte de la vida cotidiana de millones de personas. Desde resolver dudas laborales hasta brindar ayuda en tareas domésticas, cada vez son más los ciudadanos que recurren a empresas como ChatGPT. Sin embargo, lo que muchos desconocen es que parte de esas conversaciones privadas podrían no ser tan seguras como creen.

La popularidad de ChatGPT, el sistema desarrollado por OpenAI, ha crecido de manera exponencial, pero en las últimas semanas se ha convertido en protagonista de una polémica tras la revelación de que algunos de los chats privados de los usuarios habían quedado expuestos en buscadores como Google. La alarma no tardó en extenderse, y los expertos en ciberseguridad, como María Aperador, recomiendan precaución al compartir información personal con estas plataformas.

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Una filtración que supera los 20.000 casos

WhatsApp ChatGPT
Fuente: agencias

Los datos que han salido a la luz son contundentes. Diversos informes han señalado que cerca de 20.000 conversaciones privadas de ChatGPT se habrían filtrado, además de miles de diálogos procedentes de otras plataformas similares. Esta cifra pone en evidencia la magnitud del problema y la importancia de revisar cómo compartimos información en internet.

El inconveniente no radica únicamente en la exposición de datos personales, sino también en la naturaleza de los temas tratados. Muchos usuarios consultan a ChatGPT sobre aspectos delicados: desde problemas laborales hasta dudas de salud, pasando por conflictos familiares o financieros. La posibilidad de que estas conversaciones se difundan públicamente supone un riesgo real para la privacidad y el bienestar de quienes confiaron en la herramienta.

María Aperador insiste en la necesidad de que las personas revisen las opciones de privacidad en sus cuentas y sean más selectivas a la hora de introducir información sensible. La criminóloga recuerda que, al igual que ocurre con las redes sociales, la regla de oro es no compartir nada que no querríamos ver publicado en un medio abierto.


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