martes, 26 agosto 2025

La OCDE avisa a los padres españoles: «Vuestro hijo tendrá un trabajo que aún no existe. Dejad de obsesionaros con estas carreras tradicionales»

El aviso de los expertos económicos que está poniendo nerviosos a los padres de toda España. Las profesiones que hoy parecen una apuesta segura podrían ser un callejón sin salida en diez años.

La OCDE acaba de lanzar un jarro de agua fría sobre las aspiraciones de miles de padres españoles, y es probable que te sientas directamente interpelado. Esa carrera de Derecho, Medicina o Arquitectura que con tanto ahínco recomiendas a tu hijo podría no ser el pasaporte al éxito que fue para generaciones anteriores. El aviso del organismo internacional es rotundo: el futuro laboral de las próximas generaciones será radicalmente distinto al que conocemos y estará lleno de profesiones que ni siquiera podemos nombrar, porque sencillamente aún no se han inventado.

Esta advertencia no es una simple predicción futurista, es una llamada de atención urgente basada en datos y tendencias que ya están aquí. Vivimos en un mundo que se transforma a una velocidad de vértigo y, según los informes de este foro de políticas públicas, muchos padres no son conscientes del cambio de paradigma. La pregunta ya no es qué carrera elegir, sino cómo prepararse para un entorno laboral que exigirá una adaptabilidad constante, ya que la velocidad del cambio tecnológico está dejando obsoletas profesiones que considerábamos seguras.

Publicidad

¿POR QUÉ LA CARRERA UNIVERSITARIA DE TODA LA VIDA YA NO ES UNA APUESTA SEGURA?

El paradigma ha cambiado: lo que funcionó para nosotros podría ser una trampa para ellos.
El paradigma ha cambiado: lo que funcionó para nosotros podría ser una trampa para ellos. Fuente Pexels.

Durante décadas, el camino al éxito parecía estar perfectamente trazado: un buen expediente, una carrera de prestigio y un trabajo estable para toda la vida. Sin embargo, ese mapa ya no sirve. La advertencia del ‘club de los países ricos’ se centra en que la inteligencia artificial y la automatización están devorando tareas rutinarias, incluso las de alta cualificación, porque muchas tareas de profesiones tradicionales están siendo automatizadas o transformadas por la tecnología, afectando a sectores que se creían intocables.

La insistencia en estos itinerarios clásicos responde a una inercia cultural y a un desconocimiento de la nueva realidad laboral que describe la OCDE. Los padres, con la mejor de las intenciones, proyectan sus propias seguridades en sus hijos, sin darse cuenta de que les están preparando para un mundo que ya no existe. Los expertos de París son claros: la verdadera clave no está en el título, sino en la capacidad de adaptación continua del individuo a lo largo de su vida profesional.

LA TRIPLE REVOLUCIÓN QUE ESTÁ REDIBUJANDO EL MAPA LABORAL

La tormenta perfecta tiene tres nombres: inteligencia artificial, sostenibilidad y biotecnología. Estos tres ejes, según los análisis de la organización, no son tendencias pasajeras, sino los motores de una revolución económica y social sin precedentes. Cada uno de ellos está creando industrias enteras desde cero y demandando perfiles profesionales que combinan habilidades técnicas con una gran creatividad, porque la inteligencia artificial no solo automatiza, sino que crea nuevas necesidades y roles especializados que requieren supervisión y criterio humano.

Este tsunami de innovación está ocurriendo ahora mismo, no en un futuro lejano. El prestigioso organismo insiste en que no podemos seguir educando como si nada hubiera cambiado. La lucha contra el cambio climático, por ejemplo, está abriendo un abanico de oportunidades laborales impensable hace poco tiempo en sectores como las energías renovables, la economía circular o la agricultura sostenible, ya que la transición ecológica está generando una demanda masiva de perfiles inexistentes hace una década. Y esta es solo una pieza del puzle que dibuja la OCDE.

DE CULTIVADOR DE ÓRGANOS A ABOGADO DE ROBOTS: LOS TRABAJOS DEL MAÑANA

Parecen sacados de una película, pero estos empleos ya empiezan a ser una realidad.
Parecen sacados de una película, pero estos empleos ya empiezan a ser una realidad. Fuente Pexels.

Lo que la OCDE pone sobre la mesa es un futuro donde los títulos universitarios actuales se quedarán cortos. Hablamos de especialistas en ética de la inteligencia artificial, encargados de que los algoritmos no perpetúen sesgos; o de bioingenieros de tejidos, capaces de cultivar órganos en un laboratorio para trasplantes. Los estudios prospectivos señalan que profesiones como bioingeniero de tejidos o especialista en ética de la IA serán comunes en el mercado laboral al que accederán los niños de hoy.

La transformación es tan profunda que incluso las profesiones más asentadas necesitarán reinventarse por completo. Este foro de cooperación económica anticipa la necesidad de abogados especializados en derecho robótico, psicólogos expertos en la interacción humano-máquina o arquitectos de ecosistemas virtuales. El cambio que pronostica la OCDE es radical: el foco se desplaza de la memorización de datos a la resolución creativa de problemas complejos, una habilidad puramente humana.

«NO LE PREGUNTES QUÉ QUIERE SER, SINO QUÉ PROBLEMAS QUIERE RESOLVER»

El cambio de mentalidad que propone la OCDE es tan sencillo como revolucionario. En lugar de obsesionarnos con una etiqueta profesional, deberíamos fomentar en los jóvenes la capacidad de identificar problemas y proponer soluciones innovadoras, sea cual sea el campo. La institución con sede en París recalca que las llamadas «habilidades blandas» son ahora más importantes que nunca, ya que la habilidad para aprender, desaprender y reaprender será el activo más valioso en un mercado laboral en constante cambio.

El pensamiento crítico, la comunicación, la colaboración o la inteligencia emocional son las nuevas herramientas para triunfar. La OCDE subraya que son precisamente estas capacidades las que nos diferencian de las máquinas. Un robot podrá procesar millones de datos en un segundo, pero no podrá liderar un equipo, negociar un acuerdo complejo o consolar a un compañero, porque la empatía y la capacidad de colaborar con personas y máquinas definirán el éxito profesional en el futuro inmediato.

EL NUEVO PAPEL DE LOS PADRES: GUÍAS EN LUGAR DE ARQUITECTOS DE FUTUROS

La clave ya no es trazar un camino fijo, sino entregarles una brújula y un buen mapa.
La clave ya no es trazar un camino fijo, sino entregarles una brújula y un buen mapa. Fuente Pexels.

Ante este panorama, el papel de los padres debe evolucionar. La presión por elegir «la carrera correcta» a los 17 años es contraproducente. Los analistas de la organización sugieren que es mucho más útil fomentar la curiosidad, la experimentación y la tolerancia al fracaso. Apoyarles para que aprendan a programar, a hablar en público o a trabajar en proyectos de voluntariado será más valioso que cualquier máster, porque el objetivo es preparar a los jóvenes para la incertidumbre, no para una profesión concreta como indica la OCDE.

Olvidemos la idea de construirles un futuro a medida. Nuestra labor, como bien señalan los consejos de la OCDE, es darles las herramientas para que ellos mismos puedan construirlo, sea cual sea la forma que adopte el mañana. Fomentar su pasión por aprender y su resiliencia es prepararlos de verdad para la vida. Al fin y al cabo, los informes de la OCDE lo dejan claro: el mayor regalo que podemos darles es la confianza para navegar en un mundo que cambia a una velocidad de vértigo.


Publicidad