lunes, 25 agosto 2025

Esta es la gran mentira de la gasolina ‘low cost’: no, no es «la misma» que la de marca y esta es la prueba definitiva

La gasolina 'low cost' y la de marca parten de la misma base, pero la diferencia crucial está en los aditivos de limpieza y protección que las grandes petroleras añaden a sus fórmulas. El uso continuado de carburantes sin estos aditivos puede provocar la acumulación de carbonilla en el motor, causando pérdida de potencia, aumento del consumo y tirones.

Elegir la gasolina más barata de la estación de servicio es un gesto casi automático para miles de conductores cada día. Céntimo a céntimo, la sensación de ahorro al llenar el depósito es inmediata, pero ¿y si ese pequeño gesto estuviera iniciando una cuenta atrás muy cara para tu motor? Lo que no ves en el surtidor es la verdadera diferencia que puede costar miles de euros en el taller a largo plazo, y es algo que las grandes marcas conocen muy bien.

La creencia popular insiste en que todo el combustible barato sale de las mismas cisternas, un argumento que se repite como un mantra para justificar la elección. Sin embargo, esta verdad a medias esconde el detalle más importante. Porque aunque la base sea la misma, la ausencia de aditivos específicos de limpieza y protección es lo que convierte un ahorro aparente en un futuro gasto. Sigue leyendo y descubre por qué tu coche podría estar sufriendo en silencio.

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¿EL SECRETO ESTÁ EN LA MASA? LA VERDAD SOBRE LOS ADITIVOS

Aquí desvelamos el componente clave que diferencia una gasolina de otra y por qué es fundamental para la salud de tu vehículo.
Aquí desvelamos el componente clave que diferencia una gasolina de otra y por qué es fundamental para la salud de tu vehículo. Fuente Propia.

El punto de partida es cierto: en España, la mayoría de la gasolina y el diésel que se distribuye proviene de las instalaciones de la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH). Pero ahí acaban las similitudes. Es como decir que todas las paellas son iguales porque usan el mismo arroz; las grandes marcas invierten millones en desarrollar paquetes de aditivos que mejoran el rendimiento y protegen el motor de forma exclusiva, un valor añadido que no se ve pero se siente.

El quid de la cuestión con el carburante de bajo coste es precisamente lo que no lleva. Para poder ofrecer esos precios tan competitivos, la fórmula es sencilla: reducir costes al máximo. Y aquí es donde entra la magia invisible de la química; las estaciones de servicio de bajo coste suelen añadir solo los aditivos mínimos exigidos por ley, renunciando a las fórmulas avanzadas que limpian y previenen la acumulación de residuos.

LA CARBONILLA: EL ENEMIGO SILENCIOSO QUE SE ACUMULA EN TU MOTOR

Cada vez que arrancas el coche, el proceso de combustión se pone en marcha. Pero este proceso no siempre es perfecto. Es aquí donde, al repostar combustible sin los agentes limpiadores adecuados, la combustión incompleta de la gasolina genera residuos sólidos que se adhieren a las válvulas y los inyectores, formando una capa de suciedad conocida como carbonilla que va estrangulando lentamente el corazón de tu vehículo.

El problema se agrava con el tiempo y el uso continuado. Llenar el depósito una y otra vez con una gasolina básica es como alimentar a un atleta solo con comida procesada. Puede que funcione durante un tiempo, pero el rendimiento caerá en picado; la ausencia de agentes limpiadores en la gasolina acelera drásticamente la acumulación de esta suciedad, afectando al consumo y la respuesta del coche.

DE PEQUEÑOS TIRONES A AVERÍAS DE MILES DE EUROS

Los síntomas empiezan de forma sutil, pero ignorarlos puede llevar a una de las facturas más temidas del taller.
Los síntomas empiezan de forma sutil, pero ignorarlos puede llevar a una de las facturas más temidas del taller. Fuente Propia.

Al principio, las señales son casi imperceptibles, achaques que muchos conductores atribuyen a la edad del coche. Puede que notes que el coche ya no responde con la misma alegría de antes. Lo que empieza como una molestia es en realidad una llamada de auxilio del motor; los primeros síntomas son tirones, pérdida de potencia y un aumento notable del consumo. Son las primeras consecuencias directas de unos inyectores que empiezan a obstruirse.

Aquí es donde el refrán «lo barato sale caro» cobra todo su sentido. La tentación de seguir ahorrando unos euros en cada repostaje es fuerte, pero las consecuencias pueden ser devastadoras para tu bolsillo. No prestar atención a la calidad del combustible es un riesgo innecesario; ignorar estas señales puede desembocar en averías graves en el sistema de inyección o el catalizador, reparaciones que fácilmente superan los mil o dos mil euros.

¿MITO O REALIDAD? LO QUE DICEN LOS MECÁNICOS DE CONFIANZA

Nadie mejor que un mecánico de confianza para desmontar mitos. Ellos no se guían por campañas de marketing, sino por los motores que abren cada día en sus talleres. Son los testigos directos de cómo afecta el tipo de combustible al vehículo. Y su veredicto suele ser unánime; los mecánicos confirman que los coches que usan exclusivamente gasolina ‘low cost’ presentan más problemas de carbonilla y averías relacionadas con el sistema de alimentación.

Es una simple cuestión de números, de comparar el ahorro a corto plazo con el gasto a largo plazo. La diferencia de precio entre una gasolina aditivada y una básica puede ser de unos pocos euros por depósito. Sin embargo, la perspectiva cambia radicalmente cuando se pone sobre la mesa el coste de una reparación mayor. El ahorro en el surtidor se evapora; el supuesto ahorro en cada repostaje se desvanece frente a una factura de taller que puede superar los mil euros.

MÁS ALLÁ DEL PRECIO: LA DECISIÓN INTELIGENTE PARA TU COCHE Y TU BOLSILLO

La solución no es demonizar un tipo de gasolina, sino entender cuándo y cómo usar cada una para proteger tu inversión.
La solución no es demonizar un tipo de gasolina, sino entender cuándo y cómo usar cada una para proteger tu inversión. Fuente Propia.

La clave no reside en una lealtad ciega a una marca ni en rechazar por completo las opciones más económicas. La decisión inteligente pasa por el equilibrio y el conocimiento. Cuidar el motor no significa gastar siempre lo máximo posible, sino entender sus necesidades. De hecho, muchos expertos recomiendan una estrategia mixta; la clave no es evitar por completo las gasolineras económicas, sino alternar su uso con una gasolina aditivada para beneficiarse de sus propiedades limpiadoras periódicamente.

Al final, la elección es tuya, pero ahora es una elección informada. Proteger la mecánica de tu coche es una carrera de fondo, una suma de pequeñas decisiones que marcan una gran diferencia. Pensar solo en el precio inmediato es pan para hoy y hambre para mañana. Y es que, si lo piensas bien, al final, la tranquilidad de saber que estás protegiendo una de tus mayores inversiones no tiene precio, garantizando que tu coche te acompañe, fiable y en plena forma, durante muchos más kilómetros.


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