La digitalización ha traído consigo muchas ventajas, pero también ha abierto la puerta a nuevas formas de engaño que afectan directamente a los ciudadanos. En los últimos meses, España ha visto crecer una oleada de estafas online que utilizan la imagen de instituciones oficiales para robar datos bancarios. Una de las más preocupantes son las supuestas multas de la Dirección General de Tráfico (DGT), que buscan aprovecharse del miedo y la urgencia de los conductores.
El caso más reciente estalló en Málaga, donde el ayuntamiento advirtió sobre falsas sanciones colocadas en los parabrisas de los vehículos. Estos documentos, que imitan a la perfección los logotipos del Ministerio del Interior y la DGT, incluyen un código QR que redirige a una página fraudulenta para exigir el pago inmediato. El engaño ha desatado alarma, y hoy la gran pregunta es: ¿cómo evitar caer en la trampa?
4El papel de la Policía Nacional y la Guardia Civil

Frente a este tipo de fraudes, muchos ciudadanos se preguntan qué puede hacer la DGT para protegerlos. La respuesta, sin embargo, no es sencilla. Aunque la Dirección General de Tráfico cumple un rol clave en la prevención y la información, no tiene competencias directas para perseguir a los ciberdelincuentes.
La investigación de estos delitos corresponde a los cuerpos especializados de la Policía Nacional y la Guardia Civil, que cuentan con unidades de ciberseguridad dedicadas a rastrear y desmantelar redes criminales en internet. Desde estas instituciones se pide a los ciudadanos que, en caso de detectar un intento de estafa, no solo ignoren la notificación, sino que también la denuncien para contribuir a las investigaciones en curso.
En Málaga, la rápida advertencia del ayuntamiento y la difusión de imágenes comparativas entre multas falsas y reales ayudaron a reducir el impacto de la estafa. Sin embargo, el fenómeno sigue en expansión, lo que obliga a estar atentos en todo el territorio español.