La digitalización ha traído consigo muchas ventajas, pero también ha abierto la puerta a nuevas formas de engaño que afectan directamente a los ciudadanos. En los últimos meses, España ha visto crecer una oleada de estafas online que utilizan la imagen de instituciones oficiales para robar datos bancarios. Una de las más preocupantes son las supuestas multas de la Dirección General de Tráfico (DGT), que buscan aprovecharse del miedo y la urgencia de los conductores.
El caso más reciente estalló en Málaga, donde el ayuntamiento advirtió sobre falsas sanciones colocadas en los parabrisas de los vehículos. Estos documentos, que imitan a la perfección los logotipos del Ministerio del Interior y la DGT, incluyen un código QR que redirige a una página fraudulenta para exigir el pago inmediato. El engaño ha desatado alarma, y hoy la gran pregunta es: ¿cómo evitar caer en la trampa?
2Los errores que delatan la estafa

Aunque a primera vista las notificaciones parecen convincentes, existen señales claras que permiten descubrir el engaño. El Ayuntamiento de Málaga reveló algunos ejemplos, y entre ellos destacan las faltas de ortografía evidentes en el texto: palabras como Jefajura, apartadp o sendito son una prueba de la falta de rigor en la redacción de los documentos falsos.
Otro aspecto llamativo es la ausencia de datos básicos que sí figuran en una multa real. Las sanciones legítimas de la DGT incluyen siempre información como el número de identificación del agente sancionador, los detalles específicos del vehículo y la ubicación exacta de la infracción. En cambio, los papeles falsificados carecen de esa personalización, lo que responde a una estrategia de los delincuentes para agilizar la impresión masiva de notificaciones.
A ello se suma otro error decisivo: el importe de la sanción. Los estafadores suelen fijar cantidades que no se corresponden con las sanciones habituales, lo que debería generar sospecha. En algunos casos, el monto resulta demasiado bajo, y en otros, desproporcionadamente alto. Esta falta de coherencia, unida al carácter urgente del pago, constituye una alerta inmediata.