Hay productos que no necesitan demasiadas presentaciones porque su sabor habla por sí mismo. Ese es el caso del queso Provolone de vaca Hacendado de Mercadona, un pequeño tesoro de origen italiano que ha logrado conquistar los nutricionistas. Su precio, apenas 2,60 euros por un envase de 200 gramos, es tan atractivo como su cremosidad al fundirse en el horno.
Este queso no pretende ser sofisticado ni ostentoso, pero tiene la virtud de transformar una cena sencilla en una experiencia con alma mediterránea. Pan recién horneado, un vino tinto joven y el Provolone de Mercadona burbujeando con su capa dorada bastan para recrear la calidez de una trattoria italiana en la propia casa. ¿Te lo vas a perder?
2La magia de las cenas rápidas que parecen gourmet

Todos conocemos esos días en los que llegar a casa implica renunciar a cocinar. En esos momentos, este queso se convierte en un aliado. Mientras se funde en el horno, el pan se corta en rebanadas y el vino se descorcha. El resultado: una cena que transmite la sensación de haber sido cuidadosamente preparada, aunque apenas haya requerido esfuerzo.
Este factor explica por qué cada vez más clientes de Mercadona lo incluyen en su lista de imprescindibles. La relación calidad-precio es difícil de superar: por menos de tres euros, se consigue un plato que podría estar en la carta de cualquier restaurante italiano de barrio.
Si además se combina con una ensalada fresca o unas verduras a la parrilla, el Provolone logra el equilibrio perfecto entre rapidez y sofisticación. No es exagerado decir que, con este producto, el supermercado valenciano ha dado en el clavo al ofrecer un queso que soluciona cenas y sorprende a invitados por igual.