En los últimos años, estudiar informática o cualquiera de sus derivados fue casi un sinónimo de éxito asegurado. Gobiernos, empresas y universidades insistían en que aprender a programar abría la puerta a trabajos estables, sueldos altos y prestigio profesional. Sin embargo, ese horizonte dorado se ha visto empañado por la inteligencia artificial.
La irrupción de esta nueva herramienta ha cambiado las reglas del juego en el mercado laboral tecnológico. Lo que antes parecía una autopista de oportunidades se ha convertido en un camino con obstáculos, en el que muchos recién graduados se ven forzados a replantear sus expectativas y a buscar empleo en sectores alejados de aquello para lo que se formaron. En este artículo te explicaremos por que la inteligencia artificial representa un problema para los futuros profesionales de esta rama.
6Conclusión

La historia de los jóvenes informáticos es, en el fondo, un espejo de lo que viene para otros sectores. Lo que ocurre en la programación podría replicarse en ámbitos como el periodismo, la medicina o la abogacía. La gran pregunta no es si la inteligencia artificial ocupará espacios de trabajo, sino cómo nos adaptaremos a convivir con ella.
El sueño dorado de la informática ya no existe en los términos en que se presentaba hace apenas unos años. Lo que queda es un escenario más complejo, donde la resiliencia, la capacidad de reinventarse y la creatividad se vuelven las nuevas llaves del éxito.