En los últimos años, estudiar informática o cualquiera de sus derivados fue casi un sinónimo de éxito asegurado. Gobiernos, empresas y universidades insistían en que aprender a programar abría la puerta a trabajos estables, sueldos altos y prestigio profesional. Sin embargo, ese horizonte dorado se ha visto empañado por la inteligencia artificial.
La irrupción de esta nueva herramienta ha cambiado las reglas del juego en el mercado laboral tecnológico. Lo que antes parecía una autopista de oportunidades se ha convertido en un camino con obstáculos, en el que muchos recién graduados se ven forzados a replantear sus expectativas y a buscar empleo en sectores alejados de aquello para lo que se formaron. En este artículo te explicaremos por que la inteligencia artificial representa un problema para los futuros profesionales de esta rama.
4La desconexión entre discurso y realidad

El contraste entre el discurso oficial y la situación actual es evidente. Durante años, ejecutivos de gigantes como Amazon o Microsoft, junto a expresidentes de Estados Unidos, promovieron la idea de que “aprender a programar” era la clave del futuro. Universidades y academias multiplicaron sus programas, convencidas de que la demanda sería infinita.
Hoy, muchos de esos jóvenes, endeudados por el coste de sus estudios, se encuentran en un limbo laboral. La inteligencia artificial no solo ha cambiado la manera de trabajar dentro de las empresas, sino que ha puesto en jaque el modelo educativo que formaba a miles de estudiantes con la promesa de un futuro brillante.
La historia de Mishra y la de tantos otros refleja esa brecha: lo que parecía una inversión segura se ha transformado en una apuesta incierta, marcada por la sobreoferta de profesionales y la reducción de oportunidades.