Desde hacer ya mucho tiempo, cada anuncio de Apple genera tanta expectativa como debate. Este año, durante la WWDC 2025, la compañía sorprendió al presentar iOS 26, una actualización que no solo rompe con la numeración habitual, sino que también marca un cambio de era en el ecosistema digital del iPhone. Con un rediseño visual y un fuerte impulso hacia la inteligencia artificial, el nuevo sistema traerá funciones inéditas, aunque no todos los modelos podrán acceder a ellas.
La noticia ha despertado entusiasmo y cierta nostalgia: millones de usuarios celebran las novedades, pero otros tantos deberán aceptar que su iPhone se quedará fuera de esta evolución. La exclusión de algunos dispositivos antiguos deja en evidencia cómo la innovación camina de la mano de la obsolescencia programada.
5Un cambio que divide a los usuarios

El entusiasmo por iOS 26 es innegable, pero también lo son las críticas. En foros especializados y redes sociales, muchos usuarios han expresado su decepción por la exclusión de los iPhone XS, XR y XS Max. Estos modelos, todavía muy presentes en el mercado de segunda mano, se convertirán en una especie de generación intermedia, útil pero relegada.
Sin embargo, hay quienes defienden la postura de Apple. Para ellos, mantener un software tan avanzado en dispositivos con procesadores más antiguos podría comprometer el rendimiento y generar frustración en los usuarios. Prefieren que la compañía trace una línea clara, aunque eso implique dar un paso hacia adelante dejando parte de su legado atrás.