domingo, 24 agosto 2025

*‘Muertos S.L.’ abre de nuevo sus puertas: así arranca en Netflix su temporada más mordaz 

La televisión pública de este país continúa disfrutando de un momento de esplendor en el ámbito de la comedia, un género que se presumía condenado a un reciclaje de fórmulas manidas y que, no obstante, ha sabido reinventarse en los últimos años. «Muertos S.L.» se ha incrementado una de las piezas fundamentales de dicha reinvención, traído a la pequeña pantalla una sátira que conjuga el humor negro con la propia imagen incisiva de lo cotidiano. Desde el mismo estreno de la misma, la serie de el Caballero no ha hecho más que ser cada vez más prestigiosa y famosa, y otro 21 de agosto de 2025 desembarca en Netflix, con su tercera temporada.

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LA GUERRA EN FUNERARIA TORREGROSA EN «MUERTOS S.L»

Fuente: Netflix

El gran motor narrativo de la tercera temporada es el choque de Vanesa con Dámaso. La protegida convertida en líder se mide con su mentor, en una lucha de egos con el negocio familiar convertido en un auténtico campo de batalla. La elección de Amaia Salamanca como nueva directora de la funeraria no es casual, sino que representa la frescura de una generación que intenta imponerse a los viejos moldes.

El personaje de Dámaso encarnado por Carlos Areces es el antagonista perfecto de esta lucha: su imaginación retorcida y su incapacidad para aceptar la pérdida de poder lo convierte en un villano tragicómico. Más allá de la lucha empresarial, de lo que se trata es del cónclave entre dos modos de entender la vida y la muerte, el inmovilismo de la construcción de la vida en el pasado frente a las construcciones de la vida en presente.

En cada episodio de la presente temporada se exploran las consecuencias de este encuentro, con situaciones que se rozan lo grotesco y que, no obstante, se asemejan extrañamente a esas vidas familiares cotidianas. El humor negro funciona aquí como una máquina de catarsis que hace que los espectadores se rían de sus propias tensiones familiares y labores. La funeraria no deja de ser una metáfora de cualquiera empresa impregnada de ambiciones y traiciones internas.


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