Lydia Lozano atraviesa uno de los momentos más complicados de su vida personal tras verse envuelta en una situación que ha encendido todas las alarmas. La periodista, muy querida por el público por su cercanía y espontaneidad, se ha convertido en protagonista de un problema que podría acarrearle consecuencias mucho más graves de lo que podría parecer en un primer momento. Todo comenzó en 2014, cuando Lydia decidió responder a los mensajes de una seguidora llamada Tania, con quien estableció una relación amistosa basada en la gratitud hacia sus fanes y en su carácter siempre abierto a compartir momentos con quienes la admiran. Sin embargo, lo que en un inicio se interpretó como un bonito gesto de cercanía ha terminado derivando en un auténtico quebradero de cabeza que ahora preocupa tanto a la colaboradora como a su entorno más cercano. Esta noticia se enmarca dentro de la sección Gossip en Merca2, un espacio donde se analiza con detalle la parte más humana y privada de los personajes televisivos, y que en este caso pone el foco en los problemas que enfrenta una de las tertulianas más carismáticas de la televisión.
1El problema de Lydia Lozano

El contacto con Tania, que al principio parecía inocente y hasta entrañable, fue evolucionando con el tiempo hacia un terreno mucho más delicado. La fan se volvió cada vez más insistente y comenzó a aparecer en todos los lugares en los que Lydia Lozano estaba presente, lo que despertó el temor de la periodista. Incluso llegó a acercarse a la Feria del Libro, donde Lydia firmaba ejemplares, y más tarde a plantearse acudir al funeral de la madre de la periodista, la recordada Sol Hernández, fallecida el pasado mes de abril. Estos gestos, que en apariencia podrían parecer una demostración de admiración, se convirtieron en fuente de angustia para Lozano, que comenzó a sentir que había traspasado una línea muy peligrosa entre el cariño de un seguidor y una actitud obsesiva. Consciente del riesgo, la colaboradora de televisión ha reconocido públicamente que vive con miedo y que le preocupa seriamente que un día pueda encontrarse a Tania en la puerta de su casa sin previo aviso.
El verdadero detonante de la crisis llegó cuando el número de teléfono personal de Lydia Lozano se filtró en redes sociales. Según ha relatado la propia Tania, todo ocurrió cuando cometió el error de compartir con un tercero que mantenía contacto con la periodista. Ese desconocido logró engañarla y obtener el número, lo que desencadenó una oleada de llamadas y mensajes dirigidos directamente a Lozano. “Cometí el error de contar que me escribía con Lydia, y un chico me escribió y logró engañarme para conseguir su número. A partir de ahí empezó a molestarla. Yo le pedí mil perdones a Lydia pero estuvo años sin hablarme, hasta que retomamos el contacto”, confesó la fan en un canal de YouTube. Este episodio supuso un golpe muy duro para la colaboradora, que no solo perdió la tranquilidad en su día a día, sino que también sintió que su confianza había sido traicionada. Lo que comenzó como un detalle amable hacia una admiradora acabó convertido en una pesadilla pública que ha puesto en evidencia los riesgos de la sobreexposición mediática.