viernes, 22 agosto 2025

Los expertos alertan a los usuarios de TikTok por lo que ocurre al usar la red social

En cuestión de una década, el movimiento más cotidiano de millones de personas en todo el mundo no ha sido dar un paseo, ni siquiera abrir un libro. Ha sido deslizar un dedo sobre la pantalla. El scroll de TikTok e Instagram se ha convertido en el gesto universal de nuestro tiempo.

Detrás de ese gesto aparentemente inofensivo se esconde una transformación profunda en la forma en que miramos, pensamos y recordamos. La irrupción de los vídeos cortos de TikTok, reels de Instagram y shorts de YouTube está reconfigurando nuestro cerebro con efectos que los científicos comienzan a comparar con el consumo excesivo de alcohol.

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Infoxicación: cuando el exceso nubla la comprensión

Novedad TikTok
Fuente: agencias

Otro de los problemas derivados del uso intensivo de redes sociales es la llamada infoxicación. Este término describe la sobrecarga informativa que sufren las personas al exponerse a un flujo ininterrumpido de datos, imágenes y narrativas.

TikTok, con su capacidad de viralizar contenidos en segundos, no solo ofrece entretenimiento, sino que también se convierte en un canal de noticias y tendencias. El lado positivo es evidente: la información se difunde de forma veloz y democrática. El lado negativo, sin embargo, es alarmante: la rapidez impide verificar fuentes y favorece la circulación de bulos.

Los periodistas advierten que redes sociales y herramientas de inteligencia artificial funcionan como “autopistas” para la desinformación. Esta avalancha informativa genera una tensión: queremos estar al día, pero al mismo tiempo quedamos atrapados en un entorno que reduce nuestra capacidad crítica. Se consume mucho, se reflexiona poco.


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