Dormir bien no es un lujo ni una costumbre secundaria. Es, en realidad, una necesidad vital que nos acompaña a lo largo de todas las etapas de la vida. Descansar no solo restaura el cuerpo y la mente, sino que también es la llave para mantenernos lúcidos, con energía y en equilibrio.
En los últimos años, la ciencia del sueño ha ganado un lugar protagónico en la investigación médica. La llamada medicina del sueño busca responder a una pregunta fundamental: ¿qué ocurre en nuestro organismo cuando no logramos dormir correctamente? Lastimosamente, las respuestas son cada vez más inquietantes.
2Lo que el cerebro limpia mientras dormimos

Una investigación desarrollada por un grupo de científicos canadienses reveló un dato fascinante: cuando dormimos adecuadamente, el cerebro realiza un proceso de “reciclaje” en el que elimina lo que no necesita. Es una especie de limpieza nocturna que mantiene las funciones cognitivas en buen estado.
Sin embargo, el mismo estudio —publicado en la revista Science Advances— también descubrió el lado oscuro de dormir mal: la falta de sueño interrumpe este mecanismo y favorece la acumulación de placas que aumentan el riesgo de demencia. El doctor Andrew Lim, profesor asociado de Neurología en la Universidad de Toronto, explicó que los participantes con sueño fragmentado mostraron un rendimiento cognitivo mucho más pobre que aquellos que lograban dormir profundamente.
Lo más alarmante es que la pérdida crónica de sueño envejece las células inmunitarias del cerebro, activando mecanismos de inflamación que aceleran el deterioro cognitivo. Así, algo tan cotidiano como no descansar lo suficiente puede abrir la puerta a enfermedades como el Alzheimer.