miércoles, 20 agosto 2025

Lo que nadie te cuenta de los yogures de proteínas: un nutricionista aclara cómo distinguir el único que vale la pena

Ese yogur de proteínas que coges del lineal del supermercado pensando que es la opción más saludable podría ser, en realidad, un espejismo nutricional. Nos lo venden como el aliado perfecto para nuestros músculos y nuestra dieta, un atajo rápido y fácil para cumplir con nuestras necesidades diarias, pero la verdad es que la mayoría son un producto de marketing muy bien diseñado. ¿Estamos pagando un extra por algo que no es tan beneficioso como nos prometen?

El problema no reside en la idea de un lácteo proteico, sino en cómo la industria ha pervertido el concepto para vender más. Detrás de envases llamativos y promesas de «alto contenido en proteína», se esconde a menudo un producto de calidad cuestionable. En muchos casos, este postre saludable esconde una trampa, porque el problema real está en los edulcorantes de baja calidad y en una proteína de peor valor biológico. Sigue leyendo, porque vas a aprender a distinguir el oro de la paja.

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EL LADO OSCURO: EDULCORANTES, ESPESANTES Y OTROS «AÑADIDOS»

Para entender el engaño de este yogur, hay que darle la vuelta y mirar la lista de ingredientes que intentan ocultar.Fuente Freepik.

El primer chivato de un producto de baja calidad es su interminable lista de ingredientes. Un buen yogur necesita leche y fermentos, punto. Sin embargo, muchos de estos productos «proteicos» son un festival de aditivos. Para compensar la falta de azúcar, utilizan un cóctel de edulcorantes artificiales como la sucralosa o el acesulfamo K, que alteran la microbiota intestinal y no educan a nuestro paladar.

Pero no solo eso. Para conseguir esa textura densa y cremosa que asociamos a la calidad, a menudo recurren a atajos. En lugar de concentrar la proteína de forma natural, lo que es un proceso más caro, añaden otros ingredientes. Es muy común que incorporen espesantes, almidones modificados y leche en polvo para dar una falsa sensación de cremosidad, convirtiendo un alimento potencialmente saludable en un ultraprocesado más.


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